Pese a que el torneo comenzó hace 11 días, para Rosario Central puede decirse que recién con la chicharra luego del partido ante Argentino de Junín arrancó el torneo.
Plantel, Cuerpo Técnico, Directivos y todo el entorno reconocen que la falta de partidos influyó en el equipo; si hay alguna duda, basta con chequear el partido televisado ante El Nacional de Monte Hermoso, donde, si bien se jugó ante un candidato al ascenso, faltó cierre en un partido donde se ganaba por 10 puntos. Ni hablar de la derrota por 15 puntos ante Bragado en el Cruce, en lo que fue la peor derrota de local de los últimos 9 años de liga.
Todo cambió ante Argentino, y parece que ese será el Central que se pretende: versatilidad (se tiró, se penetró y se jugó físico cuando hubo que hacerlo) en ataque, intensidad (siempre dentro de la lealtad deportiva) y rotación de nombres y esquemas.
Veremos si el espejismo fue el partido con Bragado o el triunfazo ante los “morochos” de Junín. Ya se sabe qué puede lograr cuando estén listos y cuánto le falta a este equipo para ello.
Agustín Carnovale, explosión y sorpresa:
Bruno Mártire, figura en los dos tableros:
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