lunes, 12 de enero de 2009

Alfaro me da la razón.

Menos mal que en la nota publicada por mí el 06/01/09, con título 5-3-5-3....456...casi al final de la misma (ustedes podrán corroborar leyendo dicha nota en éste mismo blog) les decía que el Central de Alfaro iba a jugar con el cuchillo entre los dientes. Y más adelante les escribía diciendo que después no digan no se lo dijimos. No soy ni adivino ni visionario. Sólo, un observador y analista de fútbol.
Más de lo que les explique a todos ustedes, el sábado, o viernes pasado, mis amigos de Ovación le hacían una nota al DT y él mismo manifestaba que sus jugadores tendrán que ser guerrilleros (palabra nefasta de un período complicado en el país).
Si se analiza lo dicho por el entrenador, si le sumamos las incorporaciones de Lima, Escobar, González y Alvarez, y una posible llegada de otro volante central, rápidamente nos damos cuenta que como les dije la semana pasada habrá que olvidarse de ver buenos espectáculos y conformarse con...todos ponen...todos sacan, y tal vez en ésta oportunidad los resultados sean positivos; esó sí, nada de buen champagne ni buen tabaco, solo 11 tipos corriendo y poniendo.
A mí particularmente, no me gustan estos sistemas de juego, pero dicen que hay que sacar puntos y tal vez sea lo correcto.
Meterle un gol al canalla, me da la sensación que va hacer muy difícil pero la pregunta es....
¿ como harán para meter un gol a favor ?. Todo un dilema.
Buehh....me quedo tranquilo porque voy entendiendo el presente e imaginándome el futuro con muy poco márgen de error, y quiero compartir con ustedes mis análisis futbolísticos.
El estratega de Alfaro tiene lo que pidió, todos antes de la pre-temporada en Tandil, ahora sí, es el equipo que solicitó y que está trabajando desde el principio de año.
NO HAY MAS EXCUSAS.
El ooooleeee. oooooleeeee, de la tribuna ya no bajará más, pero sí aplausos por puntos ganados.

FG......hasta la próxima...bye...

martes, 6 de enero de 2009

5-6,5-6, 4-5-6

Me puse a pensar en este período de vacaciones, desde este cuarto de hotel serrano, quién habrá inventado la numeración de sistemas tácticos; es decir que cantidad de jugadores juegan en cada línea o con que números en su casaca. No es una canción de Rafaela Carrá.
Seguramente, algún entrenador o periodista, creo más en lo segundo, tuvo la necesidad de explicar como se paraban tácticamente los equipos y dijo que era un...4 - 3 - 3.
Bueh..ahí nació el lío. Después se vinieron un montón de explicaciones.
Pero si ustéd no es un matemático de avanzada, no le servirá para mucho. Veamos por qué.
Un equipo, y ahora empienzan un sin fin de combinaciones, puede jugar con, el tradicional, no sé que es lo tradicional, un 4-3-3; otro 4 - 3 - 2 - 1; otro 4 - 2 - 2 - 2; otro 3 - 4 - 2 - 1; otro 3 - 3 - 2 - 2 ( ya nos confundimos todos), otros, uhhmmm...3 - 4 - 2 - 1; y así no sé hasta dónde.
Ahora bien; los más grandes le pondrán números a las camisetas, entonces tendremos aún más combinaciones, (a ésta hora es mejor consultar con el Profesor Paenza), con el 4 - 2 - 6 y 3 en el fondo; el 8 - 5 - 10; y en la delantera, el 7 - 9 y el 11. Bién viejo entonces.
Pero hay más; si cambiamos podremos tener al 4 - 2 y 6 atrás, el 8, 5 - 10 y el 11 en el medio; y el 7 y el 9 adelante. Seguimos; si cambiamos la táctica, diremos que atrás van el 2 - 6 y 3, en el medio (lo hizo el Chaco) el 4 - 8 - 5 y 10, ahora otra vez el 7 y el 11.
Cambiamos, jugamos con el 4 - 2 y 3; adelantamos al 6, por derecha el 8, en el medio doble cinco (¿ doble cinco ? ), uno más, un enganche, un meia punta (media punta ?)...y así......sucesivamnete.
Como podrán obsevar las combinaciones són múltiples, por lo tanto recordaremos al que más sabe de fútbol César Menotti, lógico dijo ...que no existen tácticas pre-determinadas, si no ideas de fútbol, ya que todo puede cambiar en minutos en un partido de fútbol.
Por ello, debemos enteder que si de tácticas hablamos, habrá que leer libros dónde Napoleón planificaba sus ataques, o jugar al T.E.G.. Ninguna de las dos.
Pensemos en Alfaro ahora. Claro, el DT
Vamos a los nuestro, a Central. Con los que, perdón con el que vino, Choy, o con los que vendrán, sólo el DT entenderá. Yo sí entiendo. Dónde colocamos a Ezequiel ?. La pregunta del millón...fracsaso Franzoia, y todos van a fracazar, ya que a Gustavo no le gusta juagar con enganche. Entonces...entonces definamos....
El que sobra aquì es el Equi, ni más ni menos, traerán medio campista de lucha y defensores, pero no creadores ni definidores.
No se confundan; sin enganche juegan los equipos de Alfaro, por lo tanto, vayansé acostumbrando a jugar con el cuchillo ente los dientes. No digan después que no le avisamos.
Información: entre Central y Arsenal, está el campeón del clausura. Ahora será trabajo de los direc......
Yo les expliqué de fútbol y les dije lo que me dijeron....que nadie se olvide....

FG....hasta la próxima....

domingo, 4 de enero de 2009

¿A quién le convienen los torneos cortos?



Como de acá hasta bien entrado febrero los cronistas deportivos que vivendesto no tienen nada nuevo para hablar - salvo la cantidad de conitos que esquivará cada jugador en enero, que serán pesados y rigurosos si se alcanzan los objetivos y no habrán servido para nada en caso contrario, pero siempre con el diario del lunes - ahora saltó a la consideración del gran público, una vez más dentro de estos 17 años largos, si los torneos deben durar 19 fechas o 38.
Y a Central, ¿qué?
Primero y principal, dejémoslo fuera a nuestro amigo Perogrullo de la charla.
Él lo único que va a decir es que nuestra última estrella local fue a 38 fechas, que se definió en la última jornada, que hubo tres equipos diferentes con chances de salir campeón faltando una fecha - nosotros, ellos e Independiente -, que faltando cinco había cinco cuadros peleando a dos puntos - súmesen a lo anterior Boca, que de ir casi último llegó a estar puntero, y a un punto en la fecha 37, y San Lorenzo, que finalmente sólo fue sexto - y con eso argumentará que los torneos largos los podemos ganar, y que pueden ser apasionantes, etc., etc., etc. En aquella época, sólo entraban DOS (2) equipos por país a la Libertadores; el campeón del año, y el ganador de la "liguilla", un minitorneo de ocho equipos, salvo en la 1989/90, que fueron 4. Distinto a ahora, ¿no?. ¿Cuántos entraron a la Libertadores? ¿cinco?. Ok. ¿Y a la Sudamericana? ¿7?
No nos desviemos de la charla. Nuestro objetivo no es ver qué pasaría si Sudamérica fuese como Europa, con dos copas conviviendo, con una más importante que otra, y donde a nadie se le caen los pelos si un año al Milan, al Aleti, al Bayern o al Liverpool les tocan jugar la UEFA en vez de la Champions.
Queremos saber, ¿qué nos conviene?.
Vayamos por partes. Mucho se dijo que este formato les conviene a los chicos (o sea, todo el que no es ni River ni Boca). Veamos:
Se jugaron 35 torneos. River ganó 12, Boca 8, Vélez 5, San Lorenzo 3, Nob e Independiente 2 y Racing, Lanús y Estudiantes 1. O sea, el 57% para Boca y River. Si lo ampliamos a los 5 "grandes" tradicionales, esto sube al 74%. Esto es: de cada 4 torneos, en Buenos Aires te dejan rapiñar uno, y gracias.
Lo grave es si hubieran sido torneos largos. Saquemos este apertura, porque está rengo para ser un torneo largo. Fueron 17 torneos. Salvo Vélez en la 95/96, San Lorenzo en la 2000/2001 (los 47 puntos de Pellegrini son demasiado para todo) y de nuevo Vélez, en la 04/05, siempre hubieran sido River y Boca. River hubiera sido campeón 8 veces, Boca 6, un 82% y todo dicho. 88% con el torneo del CASLA. Demasiado.
Cuando asumió el Vasco y cía., se decía que evaluaban que el clausura era más factible que el apertura. Habrá que preguntarles si es cierto que pensaban eso, porque salvo dos de Vélez y uno de nob (el primer clausura que daba un campeonato y no medio) el resto fue todo para los grandecitos. ¿creerán que merecemos entrar en ese selecto 18%?
Muchos factores hacen pensar que el clausura se presta al batacazo. Los que juegan copas, las eliminatorias, la mar en coche. La cuestión es que Racing, Estudiantes, Lanús, Gallego y demás impresentables gritaron en los aperturas, donde no se define el ingreso a ningún lugar ni el descenso a ninguna parte, y donde el mercado de invierno europeo permanece impenetrable hasta que florezcan las vides en la región del Chianti, en Logroño, o en Reims. O en Qatar. La cuestión es que se puede aflojar la cincha en algunos partidos del apertura, que para algo se inventó el clausura, joder. Pero el clausura, a dientes apretados, porque La Copa, porque la Sudamericana reemplaza a la Conmebol, pero es Copa, porque somo' de primera, porque ya es momento para dar el salto a algún grande o a Europa... todos se matan de febrero a junio.
No todo es tan blanco o negro. Desde el apertura 95 que ganó Vélez dan 3 puntos por partido ganado; si Central hubiese sumado los 43 puntos del apertura 99 en... bah. Abreviemos: hubiésemos tenido que pintar 12 ¡doce! estrellas. Y hubiésemos jugado una final como la del 2006, (o el triangular a dedo del 2008) cinco veces más. O sea, entre 12 y 17 títulos. 16 títulos locales... más que San Lorenzo, Independiente, Racing, y hasta te diría que lo hubiésemos alcanzado a Boca. Mala milk.
Y si hubiera sido largo, me juego la cabeza que mientras River recibía un gol de Palermo en muletas nosotros hubiésemos puesto la cabeza en el torneo local y no en lograr la hazaña de ganarle al Corinthians campeón del mundo. Y hubiésemos sumado algo más que los 18 puntos que le agregamos a uno de los tres mejores subcampeones de los cortos.
No hay una receta. Ni una fórmula mágica. Deportivamente, sería otra cosa si la Libertadores fuese de agosto a mayo y la Sudamericana también; si el que entra a una no entra a la otra, y si los formatos fuesen similares a los europeos en éstas. Implicaría que hasta el noveno puesto pelea por algo. Pero esto es así, hasta ahora. Entonces,
¿cómo hacer para ganar un torneo largo?
Repasemos: en 1985 se ascendió con diez fechas de anticipación, y una reestructuración nos dejó seis meses sin fútbol, prestando jugadores (Palma a Colón, Lanzidei a Los Andes, Balbis a Platense, etc.), con tiempo para reforzarse y para diagramar. Se sumó al mejor arquero del ascenso (Lanari), se bancó al novel Hernán Díaz por el retirado Ghielmetti, se cambiaron a Serrizuela, Wolheim y Chaparro por Gasparini y se trajo a Bauza, Escudero y Urruti. Palma se destapó con 20 goles (goleador del torneo, mejor jugador... de todo menos la selección), y a otra cosa mariposa. De los 38 partidos se perdieron sólo seis, y todo dicho.
¿cómo hacer para ganar un torneo corto?
El margen de error es mínimo. Yendo al clausura '99, un arbitraje como el de Angel Sánchez contra River hace la diferencia. O como contra nob. O que te saquen por 4 amarillas y rojas a la dupla de delanteros en la fecha 19, y chau final. O si necesitás que alguien pierda y en lugar de descontar 20 minutos descuentan tres. O si...
Bueh. En lo que a fútbol respecta, de un apertura a otro (dos torneos) se fueron Carracedo, Bustos Montoya, Flores Coronel (en diciembre), Scotto y el cuis Daniele (en junio). En la primera mitad del año hubo que foguear al X González e Iván Moreno, llegó Canals, y para mitad de año volvió Daniel Quinteros de Brown de Arrecifes. El dt pidió un delantero de área, y le trajeron a Juan Antonio Pizzi, de un mediocre 98/99 en River, pero... es Pizzi. Se sacaron 10 puntos en los primeros partidos, y nadie se volvió loco. Luego, se perdió sólo con Boca y se ganó el resto.
El know how está. Nadie reemplaza a un buen dt y a la jerarquía de los jugadores, ni nadie puede contrarrestar a, por ejemplo, un referee que no ve un codazo que amerita siete puntos de sutura. Y siempre es más fácil si se trae lo que el dt pide y si se mantiene lo que - a juicio del entrenador - es la base.
Así se pueden ganar los 17 torneos cortos con esos 43 puntos, o se pueden sacar 80 puntos en 38 partidos.
Los que tienen que lograrlo, los que tienen que conseguir los medios para los fines... ¿lo saben?

jueves, 1 de enero de 2009

Campeonato transición

El campeonato transición llegó a su final, y encontró al equipo penúltimo, con solo 15 puntos, uno más que el apertura pasado. El equipo nunca encontró un buen volumen de juego y fue el equipo más perdedor con 12 encuentro negativos. El año había arrancado bien, con un gran campeonato con Madelón al frente, salvándose directamente de la promoción una fecha antes del final del torneo. Por eso la llegada de los refuerzos de calidad, como la vuelta del Equi, la llegada de Franzoia, el paraguayo Nuñez y Zarif invitaban a soñar con un campeonato cercano a los 30 puntos. Pero vale aclarar que Central se desprendió de varios jugadores importantes, se fue el boliviano Raldes, un guerrero en defensa, vendió Alvarez y Costas, dos juveniles que realizaron un gran clausura, al igual que Papa, pero el club hizo intentos de seguir contando con el jugador de Acebal, pero Velez lo cotizo en 1 millón y medio de dólares, cifras imposibles para la institución. Además el club dejo libre al colombiano Arzuaga, que no tuvo mucho brillo pero hizo goles importantes, como el segundo a River. Igual eso no es una excusa, porque trajeron refuerzos, además la dirigencia le dio la posibilidad a Vitamina de hacer cargo del club. Una jugada arriesgada que podría haber salido bien, pero los resultados no se dieron y el ciclo tuvo que terminar antes de la mitad de campeonato. El equipo había arrancado jugando unos de los mejores partidos de varios años, estaba en ventaja por dos goles en solo 9 minutos contra Estudiantes, que era el gran candidato para mucha gente, desplegó el fútbol que le gusta al paladar canalla y hasta se llego a escuchar que baja de la tribuna de regata la famosa canción: “que de la mano de vitamina…”. Pero después vino una racha negra de cuatros partidos, donde perdió 3 y empató contra Banfield. En la 6ta fecha, se destapo el Equi en la victoria por 3 a 0 contra Arsenal, el enganche tuvo su mejor partido desde su regreso. Y fue el que llevo al equipo a florearse en la tarde-noche del miércoles 17 de septiembre. Pero Central no pudo ganar nunca dos partidos seguidos y en la siguiente fecha perdió de visitante contra Velez, más allá que se había puesto en ventaja al minuto con el gol de Borzani. La octava y la novena fueron fechas que marcaron el ciclo del Vitamina, el empate de local contra el santo tucumano y la derrota en Avellaneda por 4 a 1 contra Racing, en el peor partido jugado del campeonato, decretaron la salida de Vitamina. El ciclo de vitamina fue puramente negativo, 5 derrotas y solamente 2 victorias en nueve encuentros. La llegada de Alfaro, hizo pensar a más de uno que la cosa podía cambiar. Pero el equipo siguió jugando de la misma manera y obteniendo resultados adversos. Sobre 10 partidos, perdió 7 y obtuvo 2 triunfos solamente. Finalizó en promoción. El equipo esta aprendiendo a jugar a la manera que al Lechuga le gusta, en los últimos partidos el principal enemigo fue el tema físico, muchos calambres y muchos lesionados. Secuelas de un torneo negativo en todo momento. La llegada del 2009 debe ser tenida en cuenta en el plantel porque el club va a cumplir 120 años de vida, y el mejor regalo que le pueden dar ya lo saben todos, pero decirlo es mala suerte, aunque más mala suerte que en este campeonato no puede haber.