En notas anteriores les advertía que el juego de Central no era para alarmarse, siempre y cuando no se extienda en el tiempo, que en definiva es lo que está sucediendo, dónde cada partido juega peor y comienza a preocupar al socio canalla de que se repita la horrible experiencia del torneo anterior que el agua suba y quede casi asfixiado.
Los errores no sólo que se repiten, sino lo que es peor: ocurren nuevos errores y eso es lo llamativo. Vamos por parte: del arquerito no podemos hablar; en dos partidos nunca le patearon los rivales. En la defensa lo único que se puede utilizar como excusa son las ausencias de Talamonti y Lequi, porque sus reemplazantes dejaron de ser fiables. Y en el medio es el inconveniente. El entrenador armó un equipo desde Mozzo y Alderete, en forma equivocada, ya que ellos deben ser los encargados de recuperar el balón, pero no los que deban transportar la pelota o de generar jugadas de riesgo. Cuando en este aspecto se falla, se mueve toda la estantería como el sábado frente a los de la "Fragatta". Falta generación de juego fundamentalmente, y Carrizo no está para eso. En realidad, es difícil saber para que está, por eso el juego se hace tedioso y los delanteros se aburren o deben bajar más que lo aconsejable.
Les hablaba de Pizzi, recuerden ustedes cuando les dije que al técnico centralista lo tenía en observación; bueno, ahora les digo que lo retiro de esa posición y lo coloco como RESPONSABLE ABSOLUTO del rendimiento de equipo. Podrán decirme que son los jugadores los que resuelven en la cancha, pero justamente allí es dónde aprecio los errores tácticos.
Uno de ellos es el doble cinco o mediocampista de recuperación. Es parte cierta y es parte para la gilada; que me habla de doble cinco si la mayoría de las veces Mozzo juega de lateral, ya sea izquierdo o derecho, si Alderete se para delante de los defensores cuando al equipo lo atacan, o que Ferrari está mas ocupado en preocuparse como rearmar el mediocampo que en proyectarse (eso sucede con el retroceso de Mozzo)., y peor aún los delanteros peleando la pelota cada vez mas lejos del área rival.
A los cinco minutos del primer tiempo, ya había observado que le iba a costar mucho el partido. Jugar al pelotazo no me gusta, pero es una manera si se prefiere, pero creo que es la última alternativa, cuando faltan pocos minutos para terminar, como medida extrema, pero jugar al pelotazo o a lo que salda desde los tres minutos es preocupante.
Si el juego no mejora, el entrenador durante el primer tiempo, debe mandar a todos los suplentes a calentar, haber si los adentro se asustan un poquito y mejoran, pero ni esa capacidad demostró el entrenador.
Otro tema será el de los jugadores que eligió como refuerzo, pero eso queda para más adelante.
Jugaron mal, muy mal, y lo vienen haciendo desde hace algunos encuentros y no cambia, sólo empeora.
Ahh…cuando les hable al principio de que el agua sube, recién cuando termino el partido de River y no ganó, fue el único momento que a Pizzi y los suyos les bajó un metro el agua, sino se ponía difícil.
Fernando González
Periodista
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