No era difícil imaginarse un partido como el de ayer frente a Racing. Claro, me podrán decir que con el resultado puesto es muy fácil. Sí, pero lo hago desde otra perspectiva.
No es difcíl saber que cada pelota que le patean a Central va a ser gol. Galíndez no agarra una ni adentro. La sensación de inseguridad propia y que transmite a sus defensores es muy clara.
Que Valentini le va a pegar a todo lo que se mueve y no rechazar las que llegan al área en forma de pelota cruzada, lo sabemos todos.
Que el medio campo recupera poco y que el chiquitito Gómez harta con eso de salir corriendo o disparando para cualquier lado con la cabeza gacha, generando contraataques del rival, lo sabemos del campeonato pasado.
Y de ZELAYA, el peor delantero que ví en mis 43 años de vida. Erró todo lo que tuvo para definir y después pareció que se lo tragó la cancha. Es un gran estorbo, porque sus compañeros a veces lo ven y le tienen que dar el pase, para que destruya lo que los demás construyeron.
Y el entrenador se lleva lo suyo.
Es URGENTE el ingreso del arquero Bava, y que Figueroa juegue en una silla de ruedas, total no se van a notar diferencias con los titulares.
Fueron al cilindro a copar la parada. De entrada jugaron más o menos, pero cuando el rival les tomo la mano, se quemaron los papeles y no hubo plan B, o libreto nuevo.
Se fué diluyendo con el correr de los minutos, se desordeno, ya no se marcaba con criterio en el medio, y lo que Zelaya no supo concretar, el local si lo hizo. De mayor a menor.
Y en el segundo la debacle. Se jugó mal, muy mal, sin claridad, sin un patrón de juego, perdidos en el medio, deamabulando la cancha, y Racing -que es más venta de humo de los colegas porteños que equipo-, con poco pudo haber aumentado el tanteador.
Desde esta perpectiva, si no se corrige el rumbo y se da un golpe de timón pronto, el futuro será negro. Todos ya saben a qué y cómo juega Central. Los errores son los mismos que el año pasado, y ahora aparecieron otros. Bava al arco, Caraglio de titular, urgente Figueroa, Zárate al medio, Braghieri en la defensa y Gómez en su última oprtunidad por izquierda pueden ser algunos factores de corrección. Ahhh, y del juego. Y no creo que en siete días se pueda hacer.
Se los tragó el cilindro de Avellaneda.
Bye...hasta la próxima
Fernando González
Periodista
