sábado, 28 de noviembre de 2009

Sin resolución.


La sensación que me dio desde afuera, más allá que no jugó para nada bien el canalla, que la lamentable lesión del arquero caló hondo en todos y, desde ahí, le costo mucho más mantener la concentración.
Estaba todo dado para tener una noche tranquila, fundamentalmente viendo y analizando a Atlético, que trabajaba con defensores en línea, apretando en el medio y esperando que los delanteros cacen una. Nada más. Muy pobre.
Pero Central trasladaba demasiado la pelota, se hacía ancho, pero no profundo. Después del gol, ellos algo se desacomodaron, y Central retrocedió. Tal vez pudo haber convertido un gol más, pero siempre daban un pase más, una vueltita más y terminaba en nada. Una lástima.
Mendéz juega cada día peor, no rinde, da vueltitas innecesarias, pierde el balón y destabiliza al equipo. Además al pibe Gómez lo contuvieron bien y solo una pudo hacer en el partido. Comenzado el segundo período estaba a la vista que Central a través de un contraataque aumentaba o le empataban. Jugaba casi de contra, atacaban con 4 jugadores y desperdiciaban infantilmente las oportunidades. Y ahí estuvo el problema. Los del medio comenzaron a fallar, Castillejos jugó de él y se puso la pilcha de Zelaya, - claro, jugó horrible -, y todo se desmoronaba, porque los cambios que hizo Chiche le dieron resultados. El ingreso de Astudillo fué un poco raro, no porque no era el cambio a hacer, ni el jugador a ingresar; era por al que reemplazó a criterio de entrenador. Cuando se iba a hacer el cambio De León se toma la punta de su pié izquierdo demostrando un calambre; el Polilla se da cuenta inmediatamente y le avisa a Cuffaro. Este cambia el que se retira y lo hace entrar a Astudillo por el pibe. Era delantero por delantero y volante por volante. Cuffaro le erró, fué Gómez de delantero y reinó una confusión generalizada. Después los cambios no aportaron demasiado, no supieron definir y se vino la noche. Galíndez, de buena presentación, sacó una pelota increíble pero, tras cartón, lo sorprendieron de media distancia y le empataron. Un equipo sin resolución.
Pero cuando se tienen oportunidades y no se convierten, no se tiene claridad, y además algunos se empecinan en pasar y pasar jugadores (caso Méndez) no sirve.
La rotura de los cruzados de Fatura afectó, la fala de definición afectó, y el traslado inútil del balón, sumado a que nunca sacaban la pelota de los lugares reducidos, hicieron que el empate a simple vista fuera justo.
Parráfo aparte: al gran arquero Broun, a ese excelente arquero y persona, ánimo viejo, ánimo, sos muy joven y te queda mucho... pero mucho ... todo saldrá Ok y en el próximo apertura, esperemos que sea en ese campeonato, te esperamos y sabemos que volverás a ser mejor de lo que eras hasta ayer. Te esperamos, loco, dale... Fatu.

Fernando González
Periodista

lunes, 23 de noviembre de 2009

Nueve que juegan y dos que corren.


Hacer un análisis de Central cada vez que termina un partido ya es demasiado fácil. Y hacer una editorial, algo parecido. Hace muchos partidos les dí un diagnóstico del mal que padece el canalla. Siempre, o casi siempre, se repiten los mismos errores, y siempre o casi siempre, escribo lo mismo. Sólo porque analizo la realidad, que contra eso no se puede. En algún momento podíamos ingresar en el terreno del entrenador, cuestionándole alguna que otra táctica, cambios, esquemas...en fin. Pero evidentemente siempre ocurre lo mismo, siempre la falta de definición y la falta de jerarquía de los delanteros.
Entonces ahora, ya casi al término de campeonato, podemos decir que lo de la mayoría de los jugadores y lo del cuerpo técnico es muy bueno, opacado sólo por los que les marqué más arriba.
El partido del domingo, estaba para cualquiera, pero la ineficacia de los dos terminaron con un justo empate, a mi criterio.
Pero no nos distraigamos en un resultado; no busquemos la consecuencia sino la causa.
Y la causa son los dirigentes. Era cantada la reflexión. Faltó traer un goleador y un acompañante, y se lo tiró al bueno de Cuffaro a la cancha, y éste sacó agua en el desierto; claro, si naturaleza no te dá condiciones no se puede aprender por más que se trabaje mucho y todos los días.
Es más de los mismo, no porque Cuffaro esté aferrado a una sóla táctica o no sabe de variantes. No tiene variantes. En Central son nueve los que juegan y dos los que corren. Mucha ventaja.
¿Entienden ahora porque es fácil analizar a Central? Sólo los dirigentes tienen la solución para la próxima temporada.
Ahhh... que no se le ocurra a algún iluminado que porque Belloso convirtió un gol para los viejos, puede proyectarse como resfuerzo para el 2010. Por favor.

Fernando González
Perdiodista

martes, 17 de noviembre de 2009

Clave de sol.


No quise analizar inmediatamente terminado el partido frente a Lanús el juego, ya que no encontraba explicaciones nuevas a situaciones reiteradas. Entonces preferí tomar algunas horas de distancia para ver como podía explicar y hacer mi editorial de otra manera.
Pero después de analizar una y mil veces más, siempre llego a la misma conclusión: La falta de jerarquía de los delanteros y la falta aún mayor de definición. Pero también entendí que sería muy fácil caer siempre sobre ellos, y que tal vez Central tendría que tener alguna que otra variante y no la tiene o no la encuentra. Veamos entonces: sabiendo de la anemia ofensiva bien se podría suplir en parte con la subida de los laterales, - el ecuatoriano, cuando lo hace, lo hace con mayor criterio que Chitzoff -, o la aparición de alguno de los volantes como sorpresa. Pero para que ésto último sucediese, habría que buscar alguna que otra posición o jugada de distracción en el medio. Porque si Gómez va y viene por derecha siempre, se cansa y los rivales lo atrapan fácilmente, ya que lo tienen bien estudiado, y si de Méndez hablamos, nos daremos cuenta que no aporta claridad, sólo barullo, confusión. Y nos queda los de contención, que se proyectan bastante poco y no aportan solución alguna. Complicada situación encontramos. Entonces a la falta de gol de los delanteros habría que buscar variantes o sorpresa con los volantes.
Y por allí que que está la clave del partido del próximo domingo. Si Central es rápido y preciso en el medio, puede quedarse con la victoria; ahora, si juega a lo de siempre, puede tener severas complicaciones. Del gran arquero, no se necesitan explicaciones y los de la defensa, mejor cada partido.
Se entiende entonces. Frente al granate se pudo ganar y no se ganó por Pittana, la falta de definición y no sé que cuantas cosas más. Ahora el clásico, creo a mi humilde entender, que por allí puede pasar la clave canalla para ganar. Clave de sol, clave de fútbol.

Fernando González
Periodista

sábado, 14 de noviembre de 2009

Citius, altius, fortius, invictus.

Central está más alto, más fuerte, más rápido e invicto. Sin embargo, el triunfo repleto de agallas contra Almagro de Esperanza dejó varias situaciones para analizar que nos distraen un momento de la punta.
Si bien parecía que el primer cuarto se estaba utilizando para probar variantes -el ingreso de Domínguez desde el arranque, la más notoria-, el segundo cuarto hizo acordar, superando por momentos, a lo peor del partido contra Brown de San Vicente.
Errores bajo las tablas propias y ajenas, bandejas erradas, segundas y terceras oportunidades desperdiciadas, rivales que tiran cómodos, mentes que vuelan... todo eso desemboca en un 28-43 en tu cancha, con tu público perplejo y el cuadro más desorientado aún.
Todo parecía derrumbarse. Referís permisivos, rivales agrandados y un Central que sorprendía a todos se conjugaban para colocar en peligro el invicto; y cuando se insinuaba la recuperación, el intercambio de antideportivas nos llevó a perder a Gustavo Souto antes del final de un tercer cuarto que nos vio acercarnos hasta el 47-55.
Allí es donde se ve la jerarquía de los equipos. En las difíciles. No importó el aro cerrado en los otros cuartos. Se recurrió a Abaca, y volvió el Black que incendió las redes en La Plata y Gualeguaychú. Slider dejó de lado el duelo con sus marcadores y sacó lustre a la fama de crack que se forja día a día. Morello, de único interno, se hizo valer. Hasta pudo verse a un Adrián Di Lenarda que comenzó una curva creciente que pocos esperaban y que le dio oxígeno a esta defensa que sacó adelante el partido con garra ante un rival que por momentos jugó con siete hombres.
A menos de cinco minutos Central perdía por diez puntos, y tuvo la última bola, igualados en 72, para ganarlo en el reglamentario. El sonido de la mano áspera, recia, dura, sobre el brazo de un Adriano Di Biaggio lanzado a la penetración no fue suficiente para que se pite la falta, y hubo que ir a suplementario.
El que mire sólo el score de los primeros 2'30" del suple pensará que fue un momento errático para ambos; sin embargo, las defensas estuvieron cerradas y la línea fue lo que separaba a ambas escuadras. Claro que la jerarquía individual pesa, y mucho. Y a este Central 09/10 le sobra. La tuvo para cortarse en el marcador, la tuvo para defender la última bola y la tuvo Di Biaggio para darse la revancha y el cierre que le impidieron los jueces.
Fue un 80-78 sufridísimo, de aquellos que veíamos en otros años, con Centralito remándola, haciéndonos parir y haciéndonos gozar. Hay que aprovechar estas dos semanas que nos brinda el fixture al quedar libres y desterrar por siempre descansos mentales como los que tomamos los dos últimos cotejos. Hay que tener peso con los árbitros, que nos dirigen casi tan mal como en otras disciplinas. Y, justo es mencionarlo, hay que llenarnos de orgullo por un equipo que termina la primer rueda de la zona centro Invicto, Más Fuerte, Más Alto.
Enorgullezcámonos, porque el Básquet de Rosario Central pide seguir creciendo. Y vos sabés que si sos de Rosario Central, sos del básquet, y si sos del básquet de Rosario, sos de Central.

ROSARIO CENTRAL: 80 Di Biaggio 8, Domínguez, Slider 21, Morello 18, Souto 7(exp.) (fi) Lupo 12, Abaca 10, Di Lenarda 4, Camino 0, Di Perna 0.
ALMAGRO (Esperanza): 78 Melchiorre 29, Puñet 20, Tabieres 9, Fernández 2, Rodríguez 9, Morales 9.

LOS PROTAGONISTAS:
Enrique Lancelotti, el DT del puntero:


Adrián Di Lenarda, garra y temple:


Jonathan Slider, el goleador:


Diego Abaca, la figura en momentos clave:


Adriano Di Biaggio, base, conductor y con el tiro del final:

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Triunfo gigante.


Es de tontos decir que Central le ganó a Estudiantes por los goles que se convirtieron ellos en contra y no se analiza el por qué. Vamos por partes. Ustedes saben que dejo a mis colegas de radio o diario el análisis pormenorizado de los partidos, dejando para quien les escribe un espacio para la editorial y lo global.
Central no ganó por goles en contra. Ganó porque jugó, a mi criterio, el mejor partido del torneo; sin ser vistoso, pero ahogó en toda la cancha a visitante, del cual sabemos que es muy buen equipo y muy difícil de ganar. Porque había que jugar, o correr. Pero fundamentalmente no había que dejarlos pensar, tocar, rotar. Y lo hizo el canalla. Lo encimó, nunca les dejó espacios y desde allí comenzó a edificar un extraordinario triunfo. Sólo al principio, el pincha inquietó, y Broun apareció. Después, muy sólidos en defensa, casi sin errores, con un ecuatoriano que de a poco justifica el porqué de su llegada, con una zaga central sin fisuras ni locuras; del mediocampo casi impecable, (lástima que Méndez siga jugando para él o para la tribuna), y lo del pibe Gómez, mientras está bién, bárbaro, pero con el ida y vuelta se cansa y desaparece. Arriba... arriba. Bueh, a Castillejos lo salvó el gol, porque sino desentonaba nuevamente. Y del Señor Zelaya ni hablar. Horrible como siempre, pero con la diferencia de que ésta vez, al no saber definir, no se colocó las manos en sus orejas para escuchar, sino disimuló para pasar un menor papelón. Siempre comete el mismo error: cuando encuentra al arquero caminando, saliendo, le tira la pelota a las manos, y esa es la única alternativa que tiene el guardametas; después, siempre es boleta. Increíble su prescencia en primera. Sin jerarquía.
Pero, para culminar, Central jugó por momentos bién, dejó en ridículo a uno de los mejores equipos de la Argentina, sólido, compacto. Falta definición, pero se mejoró notablemente.
Un triunfo justo....lo mejor del torneo.

Fernando González
Periodista

sábado, 7 de noviembre de 2009

Creció como equipo.


Central dejó pasar en La Paternal una enorme oportunidad de ganar. No porque no quiso o no supo, sino porque sufrió la expulsión de Valentini a los 27´del primer tiempo y tuvo que ponerse a combatir más que a jugar. Pero debemos marcar un error del entrenador, ya que como estaba jugando el zaguero, que le pegaba a todo lo que se movía, y un réferi que cobraba siempre para el local, cuando ya estando amonestado vuelve a pegar, creo que lo más conveniente era sacarlo y ponerlo a Boggino, que después ingresó y cumplió con creces, pero Cuffaro no lo entendió así. Con la expulsión el canalla se retrasó, el técnico que prefirió entonces no hacer cambios de nombres y sí de posiciones, se las arreglaron bastante bien, más allá que Fatura comenzó a convertirse en la figura excluyente, haciendo que el local comenzase a confundirse. Pero le empataron. Entonces, el gol de Zelaya quedó medio lejos, y hubo que cambiar de partitura.
En el segundo, Central y sus pibes dejaron la pilcha del buen fútbol, se metieron o lo metió la AAAJ en su campo, y lucharon como leones, con fuerzas hasta más no poder, sólo dejaron un instante para el contragolpe. Ahora sí Cuffaro acertó con los cambios, el equipo se rearmó y se ordenó. Era una cancha chiquita; yo no los hubiera tirado o metido tan atrás, dónde la velocidad de los pibes podía hacer la difrencia, pero el miedo paraliza, (a no perder, me refiero) entonces defendieron el punto con garra y corazón. Claro, a la impericia de local por convertir hay que agregar BROUN, con mayúscula. Hizo un partido extraordinario, casi perfecto; fue responsable del empate. SENSACIONAL.
Central tenía una enorme oportunidad para ganar, pero como frente a Arsenal o Huracán por errores propios o ajenos no pudo. Eso sí, en éste queda un lindo sabor, porque se logró con 10 jugadores. Esto de aguantar en la adversidad, es sinónimo de creciemiento de equipo.
Párrafo aparte para el Sr. Zelaya: anoche éste joven delantero convirtió un lindo gol. Pero seguramente le habrán hablado o habrá escuchado de un tal Da Silva, o Poy, o Cabral, o Guzmán, o Aguirre, o tal vez por allí escuhcó a un tal MARIO ALBERTO KEMPES, y así puedo nombrar 500 más, que esos sí tuvieron categoría y jerarquía, y eran muy buenos jugadores y nunca tuvieron gestos impropios para sus hinchas; y menos a los que los siguen poniendo dinero de sus bolsillo para seguir a Central por todo el país. Pero el Sr.Zelaya, cuando marcó el gol, con sus manos se tomaba las orejas haciedosé el cancherito, para escuchar si lo insultaban o desafiando a los socios, que dicho sea de paso le pagan algo del sueldo, en una irrespetuosidad total hacia todos y dejando un imagen negativa del equipo. Seguramente la HCD tomará cartas en el asunto y sancionará al jugador como corresponde, porque hubo gente que se sientió ofendida. Sr. Zelaya: aprenda a jugar, desmuestre porque juega en una de las instituciones más grandes del mundo, y no se haga el canchero, porque por su talento... porque si es por su talento... ni a la popular lo deberían dejar ingresar.

Fernando González
Periodista

miércoles, 4 de noviembre de 2009

A River iremos, online estamos (actualizado).

Hoy, Central va puntero, y juega en River a las 21.
El básquet de Central se enfrenta con el otro puntero de su zona, en lo que será uno de los partidos más difíciles de los que disputará en la zona centro de la Liga B 2009/2010.
Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque es, junto a nosotros y Sport Club, uno de los candidatos para entrar a la B1, lo que garantiza permanecer en la categoría y, al menos, jugar la reclasificación para entrar a cuartos de final por el ascenso. Posee un plantel largo, aunque quizá no tan rutilante como en otras ocasiones, y el oficio de un Festa que parece a gusto con el club y la división.
Pero los que fuimos el viernes al Cruce sabemos que no hay imposibles.
Acá reviviremos un poco lo que fue el partido con Sport, donde el visitante esperó que se haga sentir el partido del día anterior contra Fisherton, y empezar a despegar su juego.
Pero el Canaya Basquetbolero manejó los momentos, y golpeó en el instante adecuado. En el tercer cuarto, cuando la diferencia de 6 puntos amagaba con crecer, al ponerse a 2 contó con la "ayuda" de un corte del cual toda la ciudad fue víctima.
En el cuarto final, un triple de Di Perna más un foul recibido por Souto en la búsqueda del balón permitieron llevar tranquilidad al score.
Pero, si bien el baloncesto es una suma de momentos, el crack del partido llegó sobre la chicharra del tercer cuarto. Central abajo por 2, pelota para Lupo atrás de mitad de cancha... y otro milagro. Como en Gualeguaychú en la liga pasada. Como en Cali en fútbol. Como Central.
Fueron diez puntos de ventaja hechos con sangre. Con garra. Sin internos el último minuto y medio. A lo Central.
El que lea esto y lo permita su trabajo, el Roca, Sarmiento, subte o lo que fuere, 21:30 en River, contra GEVP.
Ahora, los protagonistas de Central-Sport:
Diego Abaca, con minutos y relevancia:


Renzo Di Perna, clave adentro y fuera de la llave:


Juampi Camino, consolidándose:


El héroe: Juan Pablo Lupo.


La euforia del entrenador, y el desafío abierto a Fisherton:


* * * UPDATE 23:18 * * *
Fin del partido.
Rompiendo el prode, con muchísima garra, levantando un tercer cuarto de zozobra, Central GANÓ 74 a 73.
Quedan para tratar temas como los 13 rebotes que tomó GEVP en nuestro aro, ver qué se hace con la Rosarina y el cansancio gratuito que le propina a nuestros jugadores... y la punta del torneo, que ahora disfrutamos en soledad, esperando conservarla este domingo en el Cruce Alberdi, ante Brown de San Vicente.
GIMNASIA Y ESGRIMA (Villa del Parque): Festa 11, Cigna 4, Chaher 21, Pellettieri 17, Zilla 12 (fi); De Pietro 5, Aprea 3, Gianelle 0.

ROSARIO CENTRAL: Di Biaggio 20, Slider 9, Camino 2, Morello 14, Souto 14 (fi); Di Lenarda 3, Lupo 7, Di Perna 2, Abaca 3, D'Angelo 0.
Gustavo Adrián Souto finalizó con un doble-doble (dos dígitos en dos rubros) al anotar 14 puntos y bajar 11 rebotes.
VAMOS CENTRAL. Semifinales del torneo barrial ante Echesortu, punteros solitos en la Liga B.

lunes, 2 de noviembre de 2009

A mi no me encantó.


Es sumamente importante el triunfo de Central frente a Boca por la envergadura del rival, por los puntos necesarios para sumar en la tabla del descenso, para no perderle pisada a los de arriba, y por algunas consideraciones que cada uno pudiese sumar.
Saben que éste no es un comentario pura y exclusivamente del partido. No me queda demasiado claro si fue un correcto ganador; sí fue justa la victoria.
Pero debo analizar algunas consideraciones. Jugó como siempre, y si ésta vez ganó lo hizo con esfuerzo propio y con los errores del arquero xeneize.
En el primer tiempo tuvo la pelota, no se dejó llevar por delante por el rival, pero sufrió los mismos problemas de siempre: La falta de definición; Cuando estaba ganando 1-0 tuvo oportunidades para terminar con Boca, y no lo pudo hacer. Que Chitzof sigue sin demostrar porque está en Central; que Gómez por derecha yendo y viniendo, se pierde entre los volantes rivales y finalmente se cansa a los 20 minutos del segundo tiempo; y que Méndez no se sabe si juega para él, para la tribuna, para el equipo. No sé. En consecuencia, siempre lo mismo: se desborda por afuera y se termina en centro. Y Zelaya... Se los dejo a ustedes.
Ya en la segunda parte, trabajó bien en defensa pero se perdió posesión de pelota y territorio, y eso no es bueno ni mucho menos aconsejable. Todos y en varios idiomas insultaban a Castillejos (y no por marcar un lindo gol va a cambiar mi pensamiento sobre la clase de jugador que es) hasta el momento del delirio.
El gol. A pocos minutos Cuffaro lo cambió y todos, los mismos que lo insultaban, aplaudían a más no poder. Como es el fútbol.
Cuffaro acertó con los cambios. Sólo sacar a Zelaya es una medida correctiva, ya que con el ingreso de otro jugador equiparó la cantidad de jugadores. Y así hasta el final.
Me quedan dudas; tal vez el empate le quedaba mejor al partido, pero los errores de siempre aparecieron, sino, no ganaban. Por Pompei y sus colaboradores que también ayudaron sin querer. Lo único rescatable, la entrega y el triunfo. El entrenador en la conferencia de prensa dijo que "Central me encantó". A mi, no, para nada.

Fernando González
Periodista