martes, 21 de febrero de 2012

Valentini lo hizo.

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      Si esta editorial la hubiese escrito el domingo pasado, me habrían insultado bastante. Si la hubiese escrito ayer, algo; pero hoy creo que con la gente más tranquila después de algunos días podemos hacer una reflexión más profunda.
     Es cierto que si en el primer tiempo marcaban un par de goles hoy no estaremos hablando del penal sino de un casi seguro triunfo. Más allá de todo ésto, Central de visitante no da pie con bola, muy pocos puntos ha conseguido. Parecía que frente a un rival que saliera y no se metiera atrás, como le hacen de local, el juego podría fluir y obtener mejor resultado. Pero ello tampoco ocurrió. El rival jugó adelantado y terminó ganando, aunque sea en forma injusta.
   Los del medio quitan pero no generan nada, ni ilusiones. Y ya conocemos la torpeza de Castillejos y Medina, quien nunca justifica porque juega en Central.
    Llega ahora la parte en la que quiero ser muy preciso. Del penal... del penal... vamos por partes; pudo haber o no habido falta, lo dejo a consideración de ustedes mis amigos lectores, pero debemos dejar claro lo siguiente: VALENTINI ES RESPONSABLE ABSOLUTO DE LA DERROTA UNA VEZ MÁS. Si en vez de hacer esa jugada infantil, hubiese cabeceado hacia atrás para que la pelota llegue al arquero, todo sería diferente. Pero pedirle eso, es como pedirle que el perro corte la carne con cuchillo. No tuvo la capacidad de solo tocar el balón hacia atrás y generó la debacle.
     Del arquero no digo nada como muchos lo hacen, pero la lógica era tocar atrás, que se iba a imaginar que el 2 iba a querer proteger la pelota 20 metros. Basta de Valentini, ya los mandó a la B, por si se olvidan. Y la última reflexión el entrenador. Que por ahora ganó de suerte y por cansancio de los rivales. Hace muchos cambios, no se define y no mostró hasta ahora capacidad de dar vuelta o conseguir resultados de visitante, ya que en La Plata equivoco en tiempo y forma el momento hacer las variantes. Central perdió por problemas propios y por Valentini.

Fernando González
Periodista

jueves, 16 de febrero de 2012

Sábado antes de las 14, en el peaje Hudson.

De cara a la historia.

     Cuando Central encaró el inicio del Torneo Nacional de Acenso, parecía que con sólo mantenerse iban a estar colmadas las expectativas. Este sentimiento se acentuó con el correr de los partidos, ya que -en parte producto del armado tardío del equipo 100% nuevo, tanto en entrenador como en jugadores - parecía que nunca se iba a alcanzar la regularidad deseada.
    Sin embargo, en la primera fase nadie venció con holgura al nuestro (salvo Ciclista en el Cruce) y con la llegada de Woodward comenzaron a aparecer verios puntos altos en el equipo. Si bien Carnovale dejó de ser el máximo anotador, cumple más que satisfactoriamente como alero; Mártire genera espacios y el Pollo López manda en los tableros; y como si fuera poco, apareció el Palacios que todos querían ver, con el agregado de que Stival, de a poco, deja de ser el descanso para el base para pasar a ser una realidad.
   Pasó -y paseó- Sport. Mañana será el turno de San Martín en Marcos Juárez, con pibes que se jugarán el todo por el todo, pero este Central sabe que tiene la chance de quedar en la historia grande del básquet de la zona. Es el único equipo de la ciudad tan arriba, y puede llegar más lejos aún, sin ninguna clase de apoyo oficial y un tibio respaldo de los particulares, excepciones hechas de aquellos empresarios identificados con nuestro club que vienen dándole una mano al básquet desde hace casi un lustro.
     De no mediar ningún inconveniente ni zozobra inesperada -la casi partida de D'Angelo es un ejemplo- este equipo hará historia.

Notas relacionadas:
- Palacios, un base ganador.
 - Woodward, jugando y haciendo jugar.

Woodward, jugando y haciendo jugar.

- Esta fue la noche soñada para Rosario Central. Al estar sólido en todos los aspectos ¿Cómo se sigue, teniendo en cuenta que queda poco por mejorar?
- Tenemos que mantenernos concentrados, trabajar duro, seguir entrenando y jugar en equipo como lo hicimos esta noche. Simplemente seguir el plan de juego que Pablo nos dé, no apartarnos de ello y, así, encaminarnos al triunfo. Todo ese trabajo duro de las prácticas se ve reflejado en cada juego.
- Tanto tus compañeros como la gente dicen que Brian Woodward no sólo juega; también hace que el equipo funcione mejor. ¡Brian Woodward tiene básquet para todos!
- Ja, ja. Trato de ayudar a mis compañeros y darles la bola, porque tengo la presión de anotar; al preocuparse los otros equipos por mí, tienen también que preocuparse por mis compañeros, entonces es más fácil tanto para mí como para mis compañeros.
- Ya en nuestra segunda entrevista nos dijiste que el equipo estaba lo suficientemente sólido como para ascender. ¿Seguís pensando así?
- Sí, todavía lo creo. Todavía tenemos que seguir entrenando duro y jugar como equipo, y nuestro juego continuará mejorando.
- Siempre resaltás el hecho de que deben mantenerse concentrados. ¿es un riesgo, ahora que somos casi los punteros del grupo y que mantenemos la categoría, el relajarse?
- No, no lo creo, porque lo tenemos a Pablo, que es un buen entrenador y siempre está encima nuestro; además, todos los integrantes del equipo son profesionales y saben lo que debe hacerse para mantenerse en la cima, con lo cual seguiremos trabajando. Somos profesionales, así que sabemos lo que tenemos que hacer.

Palacios, un base ganador