domingo, 27 de febrero de 2011

Rivoira volvió a ser Rivoira.


Hacer una narración del partido que Central le ganó a Belgrano es fácil y mucho más después de haber pasado varias horas de su finalización. Y hacer un análisis, si se entiende de fútbol, o por lo menos si se tiene una buena cantidad de partidos vistos, también resultaría fácil; ahora la cosa se complica cuando hay que buscar los motivos o razones del porqué se ganó en un torneo de ascenso.
En varias notas anteriores les mencioné situaciones que sucedieron durante el encuentro. El ascenso se gana y no se juega, y que cambiar a veces es bueno y otras no tanto.
Veamos entonces: Rivoira volvió a ser Rivoira. Hizo jugar un partido del ascenso como se debe, y le dió resultados óptimos. Dejó de lado eso de jugar con tres delanteros, armó el medio combativo, puso un enganche y listo. Con ese cambio táctico, que no lució nada pero que fue efectivo, ordenó casi todo el equipo. Puso un enganche y metió dos goles. Completo. El DT se sacó la mochila de estar dirigiendo a un grande, y se dio cuenta que tenía que seguir en la suya. Y sino aparte de lo áspero que se puso el partido, le dió indicaciones a sus jugadores que se tirasen al suelo para hacer tiempo, y además cada vez que había un lateral, les indicaba a los alcanza pelotas que tirasen otra al campo de juego y eso hizo demorar o distraer al rival. Todas cosas del ascenso. Se los dije desde un principio, ahora parece que están entiendo la idea de que es jugar el ascenso.

Fernando González
Periodista

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