La era de Alfaro llegó a su fin. En el día de la fecha la comisión directiva resolvió terminar con el contrato que unía al club con el técnico. La sensación que existe en cada alma canalla es que lo defraudaron. Porque antes de arrancar el torneo, la esperanza de campeonato era muy grande.
Cada vez que comienza un torneo la esperazas se renuevan, pero como dijo viejo sabio, todos los hinchas de todos los equipos se esperanzan con un campeonato, pero en algunos casos admiten que es imposible. Pero este inicio de campeonato fue distinto para los nuestros. La llegada de 5 refuerzos de calidad, y no fantasma que se ponían la camiseta un partido o ninguno y se iban, la palabras de nuestro propio presidente, que en más de una oportunidad dijo que este equipo iba a salir primero o segundo. Hicieron que la esperaza sea aún mayor que la de otros campeonatos.
En mi caso particular, estaba confiado que Alfaro podía llevar al equipo a cosas importantes, no se si a salir campeón, pero que iba a mostrar una imagen positiva dentro del campo de juego e iba a pelear los puesto de arriba. Lo que más me así pensar en eso, era la imagen que mostró el equipo en las últimas fechas del torneo pasado, principalmente contra Independiente y Tigre, donde el equipo mostró muy buen volumen de juego pero terminaba perdiendo los partidos por problemas físicos. Entonces llegue a la conclusión de que después de la pretemporada, más los refuerzos, la maquina iba andar perfecto. Pero el destino me jugó una mala pasada y el viernes a la noche termine de ver la realidad.
Este Central no va ni para atrás ni para adelante, no juega directamente. No se puede rescatar ni la aptitud de los jugadores de ir para adelante. En lo táctico no se puede evaluar, porque utilizó 3 sistemas distintos en 4 partidos. En lo físico tampoco se puede decir nada, porque los jugadores no corren directamente. Cualquier equipito lo pasa por arriba con nada. Hacer un comentario del partido, siendo hincha de Central, es difícil de lograr, porque no encontras palabras para explicar este momento.
El sentimiento de malestar es muy grande, el pueblo canalla estalló de impotencia en cancha de Banfield, porque el hincha se hace presente en cada estadio donde el fixture mande sin importarle la posición donde se encuentre el equipo y lo único que pide es que muestren ganas de ir al frente. Por eso promediando la mitad del segundo tiempo, sin programar nada cada hincha retiro su bandera del alambrado y centenares saltaron al cercado para hacer saber a los jugadores que la imagen mostrada no es la que queremos ver. Porque nos podemos bancar que pierdan, pero que no muestren ganas, ya no. A este equipo le falta garra, huevo y corazón. Cosas que no se enseñan en una práctica. Son aptitudes de la persona, la que la hacen ser así. A más de uno, nos hubiera gustado saltar al campo de juego, como lo hizo en 1967 el Turco Spip, y demostrar que la camiseta que están defendiendo es la de Central.
El cambio de técnico puede ser que sea la solución, Alfaro fracasó, los proyectos se sustentan con resultados. Algo que falto en abundancia en este ciclo. Pero la persona que sea haga cargo debe pegarle un buen tirón de oreja a cada uno de los jugadores, y hacerle entender que este no es el equipo que queremos ver. Adentro de la cancha queremos guerreros que se maten por la pelota, jugadores como el negro palma, el chacho Coudet y hasta el propio puma, que cuando se retiraba del estadio el viernes por la noche, escuchó el grito de un hincha, que más de uno repetiría en estos momentos: “Puma ponete los botines y entra vos”.
Cada vez que comienza un torneo la esperazas se renuevan, pero como dijo viejo sabio, todos los hinchas de todos los equipos se esperanzan con un campeonato, pero en algunos casos admiten que es imposible. Pero este inicio de campeonato fue distinto para los nuestros. La llegada de 5 refuerzos de calidad, y no fantasma que se ponían la camiseta un partido o ninguno y se iban, la palabras de nuestro propio presidente, que en más de una oportunidad dijo que este equipo iba a salir primero o segundo. Hicieron que la esperaza sea aún mayor que la de otros campeonatos.
En mi caso particular, estaba confiado que Alfaro podía llevar al equipo a cosas importantes, no se si a salir campeón, pero que iba a mostrar una imagen positiva dentro del campo de juego e iba a pelear los puesto de arriba. Lo que más me así pensar en eso, era la imagen que mostró el equipo en las últimas fechas del torneo pasado, principalmente contra Independiente y Tigre, donde el equipo mostró muy buen volumen de juego pero terminaba perdiendo los partidos por problemas físicos. Entonces llegue a la conclusión de que después de la pretemporada, más los refuerzos, la maquina iba andar perfecto. Pero el destino me jugó una mala pasada y el viernes a la noche termine de ver la realidad.
Este Central no va ni para atrás ni para adelante, no juega directamente. No se puede rescatar ni la aptitud de los jugadores de ir para adelante. En lo táctico no se puede evaluar, porque utilizó 3 sistemas distintos en 4 partidos. En lo físico tampoco se puede decir nada, porque los jugadores no corren directamente. Cualquier equipito lo pasa por arriba con nada. Hacer un comentario del partido, siendo hincha de Central, es difícil de lograr, porque no encontras palabras para explicar este momento.
El sentimiento de malestar es muy grande, el pueblo canalla estalló de impotencia en cancha de Banfield, porque el hincha se hace presente en cada estadio donde el fixture mande sin importarle la posición donde se encuentre el equipo y lo único que pide es que muestren ganas de ir al frente. Por eso promediando la mitad del segundo tiempo, sin programar nada cada hincha retiro su bandera del alambrado y centenares saltaron al cercado para hacer saber a los jugadores que la imagen mostrada no es la que queremos ver. Porque nos podemos bancar que pierdan, pero que no muestren ganas, ya no. A este equipo le falta garra, huevo y corazón. Cosas que no se enseñan en una práctica. Son aptitudes de la persona, la que la hacen ser así. A más de uno, nos hubiera gustado saltar al campo de juego, como lo hizo en 1967 el Turco Spip, y demostrar que la camiseta que están defendiendo es la de Central.
El cambio de técnico puede ser que sea la solución, Alfaro fracasó, los proyectos se sustentan con resultados. Algo que falto en abundancia en este ciclo. Pero la persona que sea haga cargo debe pegarle un buen tirón de oreja a cada uno de los jugadores, y hacerle entender que este no es el equipo que queremos ver. Adentro de la cancha queremos guerreros que se maten por la pelota, jugadores como el negro palma, el chacho Coudet y hasta el propio puma, que cuando se retiraba del estadio el viernes por la noche, escuchó el grito de un hincha, que más de uno repetiría en estos momentos: “Puma ponete los botines y entra vos”.
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