martes, 10 de marzo de 2009

El escribano (17-04-1923 / 07-03-2009)

Corría el año 1989, los pechos jugaban la final de la Copa Libertadores frente a Nacional de Montevideo. Todos y cada uno de nosotros rogábamos fervientemente para que pierdan o en última instancia, que un rayo cayera en cada uno de los jugadores y les impidiera terminar el partido. Como sabemos, nuestros ruegos fueron escuchados...perdieron, no los alcanzó ningún rayo.
Petardos auriazules se oyeron en toda la ciudad y los canallas salimos a festejar la derrota ajena. Corrientes y Córdoba. En medio de uno de esos grupos alegres se ve a un hombre de unos 65 años, regordete, cabello fino y de lentes festejando como un chico y confundiéndose con la multitud. Ese hombre era Víctor J. Vesco presidente en función de Central.
Hoy se discute si merece reconocimiento, si era un ángel o un demonio y tantas otras cosas. Lo que sabemos es que fue presidente durante 31 años (1970-1992 y 1994-2003), algunos excelentes otros muy malos. Siempre fue elegido a través del voto de los socios, a diferencia de otros presidentes de equipos chicos de la ciudad. Al ganar su primera elección, profundizó los proyectos de Adolfo Pablo Boerio (con quien comenzó su carrera dirigencial en el 65): solidificó las divisiones inferiores con un trabajo a largo plazo, incorporó jugadores de categoría, concretó junto a Antonio Rodenas la remodelación del Gigante para ser cede del Mundial de Fútbol de 1978 y fue el presidente con el que ganamos TODOS nuestros títulos (Nacionales 1971, 1973 y 1980 y torneo 86/87, además de la Conmebol 1995).
El escribano hizo mucho por Central, muchísimo, también se equivocó mucho y mal. Pero no creo que se deba poner en duda que fue uno de los dirigentes más importantes que tuvimos en la historia del club y merece un lugar de honor.
No fue un santo ni un demonio, fue un ser humano, y canalla.




* Fuentes: Wikipedia, Rosarionet, Buenos Aires canalla.
* Foto: Página 12

No hay comentarios: