martes, 2 de febrero de 2010

Esto no es joda... esto es Central.


Lo que hacemos un periodismo serio, de investigación, pero, fundamentalmente, de análisis, intentamos no reiterar conceptos ni mucho menos pormenores de determinadas circunstancias o hechos. Pero que en Central se esté viviendo un momento muy caliente para quien les escribe no es nada nuevo. Es consecuencia de un montón de situaciones y de errores.
Hacía mucho que no veía un equipo jugar tan, pero tan mal como el de Central frente a Tigre. Jugó sin ideas, sin claridad, sin cambio de ritmo, sin patrón de juego, sin creatividad y muchos menos definición. Ya, en la nota anterior "Se los tragó el cilindro", como en notas de finales del año pasado, les comenté que con ese arquero, Galíndez, no se puede jugar. Se comió el gol de Luna, porque le cabecearon dentro del área chica y la pelota ingreso justo dónde estaba parado; doble error. Se hace uno o dos goles por partido. Sus compañeros no saben que cuernos hacer cuando la pelota llega al área, si sale, se queda, lo sobra, la pierde... en fin... no da seguridad. Urgente cambio de arquero. En la defensa, como les dije anteriormente, juega cada vez peor, con Valentini en la máxima expresión de lo que nunca debe hacer un defensor; el medio no se sabe tampoco a que juegan y arriba... ayyyy... arriba Zelaya... por favor. Cada vez peor. Tigre vino a buscar un empate, jugó a no jugar, y ganó. Pero no lo mereció.
Y ahora caeremos como consecuencia lógica sobre el entrenador. No pone a los jugadores indicados, mantiene en forma increíble a otros pero, fundamentalmente, no tiene un plan alternativo, un plan de emergencia. Es cierto: sus jugadores no tienen -en su mayoría- jerarquía, pero parece que en el banco se oscurecieron las mentes de sus entrenadores; siempre juegan a los mismo y ya todos los conocen, pero no aparecen las variantes. Y los resultados se van a llevar puesto al técnico.
Y llegamos a los dirigentes. Mucha gente muy ofuscada con Usandizaga, y con razón. Se vendió lo poco bueno que se tenía y no se trajeron refuerzos. Figueroa vino solo, no por ninguna gestión, y a Bava lo trajeron porque alguien les dijo que Galindez es un fiasco.
Los insultaron a todos, creo yo que no es la manera, pero hay que demostrar que con la soberbia no se gobierna, que Coudet mal físicamente es más que Danelón, que había que aguantar un torneo más sin vender y que su hijo... al que nunca nadie votó, no siga más manejando el fútbol del club. Cuando estuvo se fueron entrenadores y jugadores, cuando se fue hicieron una buena campaña, cuando volvió, se mal vendió y no se trajo a nadie. ¿Es casualidad o solo aparece para desmantelar el plantel y no traer a nadie?. Sólo el presidente lo sabe.
El futuro es muy negro, es cierto. Falta que juegue Bava, que vuelva Braghieri, que retorne Gómez, que jugue Figueroa y Caraglio se ponga bien fisicamente. Demasiados cambios, y tal vez esperanzadores. A mi me preocupa, y mucho.
Jugadores, dirigentes....ESTO NO ES JODA....ESTO ES CENTRAL.
Hasta la próxima...bye...

Fernando González
Periodista

1 comentario:

Anónimo dijo...

el titulo de esta editorial le tiene que entrar en la cabeza al vasco.. duele ver al canalla tan mal.. ya me estoy cansando de estar siempre en las malas, quiero empezar a vivir las cosas buenas.. pero se ve que falta para eso...
operador 88.9