domingo, 21 de febrero de 2010
Cambiar ahora.
Es muy loco pensar que jugando como juega Central se podrá evitar el descenso, o al menos la promoción. Jugar y no poder superar a la cuarta de Banfield es complicado.
Claro, jamás se jugó a algo; o, mejor dicho, Central juega a nada. Y ya es problema del entrenador.
No crear una sola jugada de gol durante un partido es muy preocupante.
Central dejó un muy fea sensación, una muy fea imagen como equipo. Tirados en la cancha, jugando siempre a lo mismo y con un rival ignoto, pero con un técnico que sabe como se le juega al canalla. Me dio pena que un grande parezca un chiquito, muy chiquito. Con el nene Gómez jugando vaya a saber de qué, con Cuffaro que lo cambia de punta, sin criterio, con un mediocampo que sólo corre, con defensores que sacan para cualquier parte y los delanteros que jugando de ésta manera sólo serán elementos decorativos es imposible pensar en positivo.
Tantos cambios tácticos, casi sin sentido algunos, y con jugadores que poco entienden de fútbol, será muy, pero muy complicado lograr el objetvco.
Señores: el proyecto está agotado, o, mejor dicho, Central se quedó sin partitura.
Rápido, urgente, algo habrá que cambiar. Si de sistema o de entrenador... no sé... pero ya.
Hoy me dio pena no jugar a nada. Con un equipo ignoto como les dije antes, nunca, nunca supo crear o intentar algo diferente. Es muy duro ver jugar a Central así.
Pero los socios, la gente, o muchos de ellos, votaron a Usandizaga, como si no lo conociesen o supisesen que fue intendente y lo que que hizo. No es casualidad, es consecuencia. Hace ocho años que Central lucha por no ir al descenso. Pero un día de tanto y tanto luchar, se va a caer.
Y parece que éste es el caso. Hoy, ya hay que dar un golpe de timón.
No dá para más. Así... así... uuhhhmmmmm...
Fernando González
Periodista
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