A esta altura debería estar analizando el camino correcto elegido para regresar a primera división. Pero nos encontramos con un cambio de entrenador, con jugadores que no hacen pie en el ascenso y otros que nadie sabe porque juegan. Es cierto que algunos intentarán tapar el sol con las manos manifestando que lo que ocurrió en Tucumán fue un paso en falso, pero yo les digo que es la consecuencia lógica del espanto. Central, más allá de que si fue gol o no el empate del decano, hizo todo mal. Y lo preocupante que ahora entró el arquero Broun en el desconcierto.
Vamos por partes. En ningún momento fue un equipo balanceado, en ningún momento supo a que jugar. Eso de ir hacia arriba sin criterio y querer demostrar que van a buscar los partidos siempre es, al menos, riesgoso. Los jugadores van de un lado al otro sin ton ni son. Tuvieron vértigo, pero jamás precisión. El partido por momentos se pareció más a un partido interbarrial que a un partido de fútbol de profesionales.
Vamos por partes. En ningún momento fue un equipo balanceado, en ningún momento supo a que jugar. Eso de ir hacia arriba sin criterio y querer demostrar que van a buscar los partidos siempre es, al menos, riesgoso. Los jugadores van de un lado al otro sin ton ni son. Tuvieron vértigo, pero jamás precisión. El partido por momentos se pareció más a un partido interbarrial que a un partido de fútbol de profesionales.
Jugaron a correr y poner y poner, claro, otros a hablar y hablar. Nunca un juego atildado, nunca una pausa y un momento para la creación; iban y venían los 20 jugadores de la misma manera que lo hacen los chicos en la décima categoría. Cada uno para el lado que se le daba la gana.
En lo personal, ya hay jugadores que deben dejar de permanecer en el plantel de primera división, y si es del club mejor; repasemos: Valentini que hace todo mal, cierra para el medio, no marca, lo pasan por cualquier parte. A los chicos de inferiores habría que mostrarle un video de Valentini y decirles que todo lo que hace él es lo que nunca debe hacer un defensor. Pero juega. El resto de la defensa también descompensado. Los del medio, como dije antes, van y vienen, sin criterio, sin convicciones, nada por lo tanto. Y arriba Medina que embarulla todo, corre y nada más. Párrafo aparte para Figueroa. Ya basta, ya hice mi crítica... ¿pero... hasta cuándo ?.
Por lo tanto, no hay horizonte claro, no hay propuesta y mucho menos equipo o futuro cierto. A esta altura debería ser un equipo consolidado y lo único que ahora se ve son dudas y más dudas. Están a siete puntos y es preocupante.
Así será difícil retornar en un año.
Fernando González
Periodista
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