En la mente de muchos hinchas de Central quedará grabada la imagen del gol de Chitzoff frente a Godoy Cruz el viernes por la noche. Los porqué pueden ser varios, pero la imagen de un gol, la manera de desahogarse, de seguir con algo de expectativas y de volver al triunfo, son algunas de esas explicaciones. Es dificíl creerle a los jugadores de Central, porque la imagen de Caraglio haciéndose amonestar tan burdamente, deja de manifiesto que ellos saben que no podrán escaparle a la promoción, más allá que el mensaje sea otro.
Veamos ahora el partido. Un primer tiempo como siempre superado por todos lados, fundamentalmente por la izquierda, con un arquero que sólo la providencia hizo que no le convirtieran por impericia de los rivales o la suerte de Galíndez después de yerros como nos tiene aconstumbrados. La defensa con muchos problemas, el medio que no hacía pie y sólo hacía sombra y los delanteros mostrando un fastidio general; fundamentalmente me refiero a Figueroa, que se enojó con sus compañeros en varias oportunidades, y a veces con razón, porque hicieron otro primer tiempo de horror.
Pero en el segundo tiempo Madelón movió las piezas y acertó con los cambios, no sólo porque le hayan redituado, sino porque sacó a Gómez y todo cambió. Este chico deberá reflexionar un tiempo si pretende seguir en Central. Anda cada vez peor.
Pero volvamos a la táctica: Danelón de lateral derecho, Chitzoff al carril del viejo 8, Nuñez por la izquierda y Central se acomodó. Danelón cerró el camino de los mendocinos por ese sector, Chitzoff complicaba y no dejaba que se vengan los medios o defesores visitantes, el yacaré hizo los mismo por izquierda; el medio ahora hizo pie, Rivero se fortalació en la marca con la ayuda del que sería el autor del gol, y los locales mostraron un orden táctico y pusieron contra las cuerdas al rival. También ingresó Zelaya, que tocó algunas y lo hizo bien por el inexpresivo Caraglio, mucho mejor la habilitación al gol de Chitzoff, y corriendo y colaborando para, en tiempo suplementario, marcar el gol del triunfo que más que salvación trae desahogo.
No creo que se pueda evitar jugar la promoción, pero si se juega como en el segundo tiempo, sin ser nada de otro mundo, no creo que habrá inconvenientes en mantener la categoría. Sirve para mucho, pero mucho más sirve para levantar el estado anímico de los jugadores, porque la impresión que dejaron en el primer tiempo era de un equipo derrotado. Menos mal que al final se pudo ganar, y el estado se revirtió. Todo sirve para seguir en primera.
Fernando González
Periodista
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