sábado, 7 de noviembre de 2009

Creció como equipo.


Central dejó pasar en La Paternal una enorme oportunidad de ganar. No porque no quiso o no supo, sino porque sufrió la expulsión de Valentini a los 27´del primer tiempo y tuvo que ponerse a combatir más que a jugar. Pero debemos marcar un error del entrenador, ya que como estaba jugando el zaguero, que le pegaba a todo lo que se movía, y un réferi que cobraba siempre para el local, cuando ya estando amonestado vuelve a pegar, creo que lo más conveniente era sacarlo y ponerlo a Boggino, que después ingresó y cumplió con creces, pero Cuffaro no lo entendió así. Con la expulsión el canalla se retrasó, el técnico que prefirió entonces no hacer cambios de nombres y sí de posiciones, se las arreglaron bastante bien, más allá que Fatura comenzó a convertirse en la figura excluyente, haciendo que el local comenzase a confundirse. Pero le empataron. Entonces, el gol de Zelaya quedó medio lejos, y hubo que cambiar de partitura.
En el segundo, Central y sus pibes dejaron la pilcha del buen fútbol, se metieron o lo metió la AAAJ en su campo, y lucharon como leones, con fuerzas hasta más no poder, sólo dejaron un instante para el contragolpe. Ahora sí Cuffaro acertó con los cambios, el equipo se rearmó y se ordenó. Era una cancha chiquita; yo no los hubiera tirado o metido tan atrás, dónde la velocidad de los pibes podía hacer la difrencia, pero el miedo paraliza, (a no perder, me refiero) entonces defendieron el punto con garra y corazón. Claro, a la impericia de local por convertir hay que agregar BROUN, con mayúscula. Hizo un partido extraordinario, casi perfecto; fue responsable del empate. SENSACIONAL.
Central tenía una enorme oportunidad para ganar, pero como frente a Arsenal o Huracán por errores propios o ajenos no pudo. Eso sí, en éste queda un lindo sabor, porque se logró con 10 jugadores. Esto de aguantar en la adversidad, es sinónimo de creciemiento de equipo.
Párrafo aparte para el Sr. Zelaya: anoche éste joven delantero convirtió un lindo gol. Pero seguramente le habrán hablado o habrá escuchado de un tal Da Silva, o Poy, o Cabral, o Guzmán, o Aguirre, o tal vez por allí escuhcó a un tal MARIO ALBERTO KEMPES, y así puedo nombrar 500 más, que esos sí tuvieron categoría y jerarquía, y eran muy buenos jugadores y nunca tuvieron gestos impropios para sus hinchas; y menos a los que los siguen poniendo dinero de sus bolsillo para seguir a Central por todo el país. Pero el Sr.Zelaya, cuando marcó el gol, con sus manos se tomaba las orejas haciedosé el cancherito, para escuchar si lo insultaban o desafiando a los socios, que dicho sea de paso le pagan algo del sueldo, en una irrespetuosidad total hacia todos y dejando un imagen negativa del equipo. Seguramente la HCD tomará cartas en el asunto y sancionará al jugador como corresponde, porque hubo gente que se sientió ofendida. Sr. Zelaya: aprenda a jugar, desmuestre porque juega en una de las instituciones más grandes del mundo, y no se haga el canchero, porque por su talento... porque si es por su talento... ni a la popular lo deberían dejar ingresar.

Fernando González
Periodista

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