Pasados un par del días del partido frente al Bohemio, podemos hacer el análisis desde dos puntos de vista. Ante todo debemos reconocer que Central jugó mal, muy feo y que no encuentra el rumbo futbolístico pero sí el resultado.
Un punto a analizar es que según qué idea futbolística posea el lector puede quedarse tranquilo o todo lo contrario.
Entonces podemos decir que porque jugó mal no ganó, ya que el local es un equipo de jugadores de Primera B metropolitana, y el canalla nunca encontró la manera de doblegarlo. Y esto es un problema, porque se viene de mayor a menor. Futuro pesimista.
Ahora bien, si lo enfocamos desde los resultadistas, podremos decir que no le ganaron ni le convirtieron aún jugando mal; entonces hay una ilusión de que cuando se mejore, se pueda ganar. Ahora la perspectiva es diferente: se piensa desde el optimismo.
Si estuviera en la máxima categoría me inclinaría por la primera, pero teniendo en cuenta que esto es ascenso, me quedo con la segunda impresión. No creo que podamos ver a un Central agradando a la gente, sino obteniendo resultados pero jugando en una forma no acostumbrada. Con el orden defensivo, con la tenaciedad de los del medio y con alguna pelotita que enganchen los delanteros creo que puede andar bien en la tabla de posiciones.
El resto es tener paciencia, mucha paciencia y esperar resultados a cualquier precio.
Fernando González
Periodista