lunes, 11 de abril de 2011
Celebrar el estar.
Cuando la chicharra marcó el final, quedaba atrás una llave ante un equipo que venció a Central en cuatro de los siete encuentros jugados, que lo mandó a jugar el playout, que convirtió el partido del viernes en una batahola, pero también un cotejo en el cual el Canalla dominó de principio a fin. Y lo más importante: terminó la Liga 2010/11 para toda la ciudad de Rosario.
No queda mucho para decir de esta liga. Por empezar, vale recordar que la premisa de la boca para afuera, desde un principio, fue no descender, con lo cual el objetivo de (muy) mínima fue cumplido. Y, considerando que el entrenador (Hugo Juan) saltaba sin escalas de dirigir al Club Regatas Rosario en la Asociación Rosarina a dirigir Liga Nacional, parece suficiente. Sin embargo, el reforzarse con jugadores con pasado en TNA (LaBella, Piuma, Ríos, Núñez, Crocce), jugadores con pasado en la Liga B y en el Club (Garnero, Allegranza) más la permanencia de referentes (Abaca, Lupo) abría el panorama para algo más. Y así era, ya que faltando dos fechas para terminar la zona Centro sólo una victoria lo depositaría en la B1.
Allí comenzaron a encadenarse las sorpresas desagradables. Una derrota de local ante el que entonces era último (Ramos Mejía Lawn Tennis) lo obligó a Central a ir el todo por el todo ante Vélez, bajo una de las plateas del Amalfitani. La llegada de Dentis motivaba a todos y el corte de Garnero hacía pensar que con LaBella de base era suficiente. La deserción del base bahiense horas antes del cotejo fue un cimbronazo irremontable, y Central quedó condenado a la B2.
El arrastre de puntos y la dificultad crónica de Central y de Sport Club de Cañada de Gómez hacía pensar que la diferencia de puntos entre ellos sería lo que desempate el segundo puesto para clasificar de la B2 a los cuartos; pues bien, así hubiera sido si no fuera porque un triunfazo canalla en Plottier rompió la matemática y lo dejaba -otra vez- a Central dependiendo de sí mismo. Una derrota ante Los Indios en el Cruce merced a un lamentable arbitraje devolvió todo a foja cero, y hubo que jugar un playout contra ese rival por un doble de diferencia que Sport sacó en los choques en Cañada y Rosario. Y eso es poco.
Central se ganó en la cancha el derecho a seguir siendo el representante Rosarino en la Liga Nacional. La nueva Liga B dejará de estar bajo la órbita de la Asociación de Clubes para estar bajo la CABB, lo que llevará a una regionalización, un mayor número de equipos y una competitividad creciente. Como todos los años, corren rumores de "invitación" al TNA para clubes señeros de la Liga, como Sport y Echagüe de Paraná, pero también se incluye a Central en las versiones. Lo cierto es que las invitaciones tienen de tales el hecho de que se le haría un lugarcito a los clubes interesados, pero igual deben cumplir con los avales que exige la Asociación de Clubes, el cupo mínimo de mayores, los dos extranjeros obligatorios y demás exigencias que son necesarias para competir en el segundo escalón de la liga más importante de Latinoamérica. Esas cosas requieren un desembolso de dinero y otras, simplemente, garantías de que se cumplirá con los compromisos asumidos.
Una realidad: pareciera extraño que desde aquí se solicite atender las necesidades del básquet teniendo en cuenta diferentes realidades más complejas y dolorosas en nuestro querido club. Sin embargo, el presente de la disciplina, el crecimiento constante tanto en atletas como en resultados (tres títulos locales, dos ascensos nacionales, una semifinal de Liga tan sólo en seis años y medio) exige, como mínimo, buscarle una solución de continuidad al básquet de Central.
El precio de la plaza era -al menos para la temporada 2010/11- menor a $ 150.000.-, o sea, menor a U$S 42.500.- por toda la temporada. A esto hay que sumarle sueldos y premios de jugadores y entrenadores, viajes, hoteles, árbitros, etc. Quizá sea el momento de agudizar el ingenio a la hora de buscar sponsors y mecenas que banquen al único club de Rosario en el básquet nacional o, mejor dicho, al equipo que representa a Central en el deporte más practicado del mundo, el de mayor crecimiento en el país y el de mejor presente.
Y en Central en particular, esto se traduce en un mejor futuro. Con tres jugadores preseleccionados para la selección nacional (uno de ellos, Matías Stival, ya es integrante del equipo) y las inferiores compitiendo en gran nivel a escala nacional, en poco tiempo podríamos tener algo inédito en nuestro básquet: un quinteto canalla formado íntegramente por jugadores de nuestro semillero. La única condición para que esto llegue a buen puerto es seguir en la Liga. Un año, tan sólo un año de ausencia puede llevar a que haya que empezar desde cero otra vez. La pelota la tienen los muchachos (y los no tan muchachos) de la subcomisión. El partido se juega en Calle Mitre primero, y en la AdC después.
Para finalizar, quisiera recordar con una sonrisa el paso de Juan Pablo Lupo por el básquet de Rosario Central. Es el jugador con más presencias en Liga, el máximo anotador, el que más títulos de la Rosarina (6) consiguió con nuestra camiseta y el sábado, un día antes de cumplir sus 40 años, dejó Central en busca de nuevos horizontes. El futuro dirá si volverá como espectador, entrenador, dirigente o simplemente en nuestras mentes, como referencia, como modelo, cada vez que alguien tome un tiro de tres puntos o se haga cargo de los balones decisivos.
La palabra de Juan Pablo Lupo; su visión acerca de la temporada y la confirmación de que el sábado jugó su último partido en Central:
Maxi Ríos, la figura de la temporada y su opinión:
Marcelo Piuma, el goleador del equipo:
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