lunes, 20 de diciembre de 2010
Dirigentes: escuchen a Ruíz.
Estuve pensando durante estos últimos días si a mis 44 años me estaba volviendo viejo o vaya a saber porque motivo no encuentro nada positivo en el año que dentro de poco termina. Y pensé, leí, reflexioné y por momentos llegué al terreno de lo espantoso; me refiero al 2010 canalla.
Claro, lo único fue la gente, la hinchada, los socios. Que cantaron y alentaron a más no poder, que tuvieron que aguantar un primer semestre muy malo, con un descenso incluido y con un segundo semestre malo pero, por la mediocridad del Nacional B, lo deja a Central con expectativas para los próximos cinco meses. Pero hay algo positivo en todo esto que fue sencillamente lo que les venía pidiendo; fue la reacción -a veces violenta- pero reacción al fin ante los resultados negativos y ante la falta de jerarquía de los jugadores. Esa reacción llegó a los actuales dirigentes y pegaron un golpe de timón, más allá que se equivocaron feo con los refuerzos, que dicho sea de paso fueron amontonamientos y no refuerzos, y no se quedó tan lejos del objetivo. La gente ya no se come los discursos cursi de algunos entrenadores o las estupideces que dicen algunos jugadores, y por más chapa que tengan, también le hacen demostrar sus descontento. Toqué el tema dirigencial, y recuerdo cuando les decía en éste mismo blog de los errores del uzandizaguismo, con el ex presidente creando una deuda de dinero increíble y con su hijito destruyendo todo lo que tocaba. Así le fue a Central. Como a Rosario entre 1983 y 1987. Entonces la administración del ex intendente de la ciudad en Central también fue de lo peor en 121 años. El resultado no es casualidad. Después llegó Speciale, que anda naufrangando por allí sin mostrar demasiado y equivocándose seguidamente. Y aquí estamos. Un 2010 muy negro, pero un 2010 que hizo aparecer hinchas de Central como hormigas -de todas partes y unidos- y tal vez sea el camino para lograra el retorno a primera. Ya no hay más tiempo señores dirigentes y señores jugadores de fútbol profesional. Ya es la hora. Si no ascienden la gente caerá encima de los dirigentes y se harán sentir. Por allí sería bueno escuchar a Javier Ruiz, ya que abona la tesis de muchos, fundamentalmente, en el ascenso.
Ahh... Ruíz es el ex árbitro que denuncia que los campeonatos de ascensos pueden comprarse. El ascenso se gana, no se juega.
¿ Será cierto ?
Fernando González
Periodista
sábado, 18 de diciembre de 2010
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El triunfo de esta noche fue tan a larga distancia que pareció que los triples (13) llegaban hasta por correo. La idea de Central fue sacar los puntos a través del perímetro y ceder en la zona pintada ante un Sport que nunca pudo ser quebrado, a punto tal que quedó en la orilla de remontar 13 puntos en el último parcial.
Excluyendo el déficit en los rebotes (corregido sobre el final) casi todos hicieron un partido sin fisuras. Stival y Garnero reemplazaron por 4 minutos cada uno a LaBella y el funcionamiento no se resintió; aparecieron los triples de Núñez; Ríos sigue implacable con su tiro; Abaca ganó su clásico personal; LaBella fue figura por goleo, conducción y garra.
Si bien el resultado estuvo de acuerdo con el trámite de un partido al cual Central debería haber definido mucho antes, la victoria no zozobró salvo en escasos minutos, donde aparecieron los triples salvadores para poner orden.
Este equipo de Central va de menor a mayor en cuanto al funcionamiento y, además, continúa puntero. Que las ansias y ganas de ascenso se conviertan en una realidad depende de que se solucionen los problemas en la zona pintada. Por lo pronto, con sólo un triunfo en Ramos Mejía o en Vélez la B1 es un hecho.
CENTRAL 85: Leonardo La Bella 12, Facundo Núñez 13, Maximiliano Ríos 22, Marcelo Piuma 13 y Diego Crocce 5 (fi), Diego Abaca 7, Juan Lupo 8, Gustavo Bronzino 0, Sebastián Garnero 0, Matías Stival 0, Mariano Allegranza 5. DT: Hugo Juan.
SPORT 80: Juan Varas 10, Lucas de La Fuente 6, Juan Pablo Manzone 3, Maxi Reale 8, Javier Scheines 22 (fi), Diego Figueredo 3, Ignacio Fernández 18, Mauricio Hedman 10. DT: Marcelo de La Fuente.
ESTADIO: Cruce Alberdi.
ÁRBITROS: Néstor Fama y David Quinteros.
PARCIALES: 23/17, 44/36 y 62/53.
Las palabras de los protagonistas:
Maxi Ríos, y su certeza de que lo mejor está por venir.
Leonardo LaBella, y la importancia recalcar que no se está clasificado hasta que lo digan las matemáticas.
De Yapa: el "Gringo" Garello, figura del Central de los 90, recordando el tetracampeonato 99-2001. También responsable de que seamos los más ganadores de la ciudad.
El campeonato se reanuda recién el 7 de diciembre en Ramos Mejía con el choque entre Ramos Mejía Lawn tennis y el nuestro.
Excluyendo el déficit en los rebotes (corregido sobre el final) casi todos hicieron un partido sin fisuras. Stival y Garnero reemplazaron por 4 minutos cada uno a LaBella y el funcionamiento no se resintió; aparecieron los triples de Núñez; Ríos sigue implacable con su tiro; Abaca ganó su clásico personal; LaBella fue figura por goleo, conducción y garra.
Si bien el resultado estuvo de acuerdo con el trámite de un partido al cual Central debería haber definido mucho antes, la victoria no zozobró salvo en escasos minutos, donde aparecieron los triples salvadores para poner orden.
Este equipo de Central va de menor a mayor en cuanto al funcionamiento y, además, continúa puntero. Que las ansias y ganas de ascenso se conviertan en una realidad depende de que se solucionen los problemas en la zona pintada. Por lo pronto, con sólo un triunfo en Ramos Mejía o en Vélez la B1 es un hecho.
CENTRAL 85: Leonardo La Bella 12, Facundo Núñez 13, Maximiliano Ríos 22, Marcelo Piuma 13 y Diego Crocce 5 (fi), Diego Abaca 7, Juan Lupo 8, Gustavo Bronzino 0, Sebastián Garnero 0, Matías Stival 0, Mariano Allegranza 5. DT: Hugo Juan.
SPORT 80: Juan Varas 10, Lucas de La Fuente 6, Juan Pablo Manzone 3, Maxi Reale 8, Javier Scheines 22 (fi), Diego Figueredo 3, Ignacio Fernández 18, Mauricio Hedman 10. DT: Marcelo de La Fuente.
ESTADIO: Cruce Alberdi.
ÁRBITROS: Néstor Fama y David Quinteros.
PARCIALES: 23/17, 44/36 y 62/53.
Las palabras de los protagonistas:
Maxi Ríos, y su certeza de que lo mejor está por venir.
Leonardo LaBella, y la importancia recalcar que no se está clasificado hasta que lo digan las matemáticas.
De Yapa: el "Gringo" Garello, figura del Central de los 90, recordando el tetracampeonato 99-2001. También responsable de que seamos los más ganadores de la ciudad.
El campeonato se reanuda recién el 7 de diciembre en Ramos Mejía con el choque entre Ramos Mejía Lawn tennis y el nuestro.
jueves, 16 de diciembre de 2010
Apuntes de una nueva estrella.
Central es el más ganador de todos los tiempos de la Asociación Rosarina de Básquetbol.
Según quién cuente, es la 16ª estrella o 15ª y el que lo sigue, una menos.
Cuando bajaron los brazos los jugadores de GER pensé en tantos dirigentes, jugadores y entrenadores que no están, como Germán Vernier, Aldo Peñalva y tantos otros que batallaron para mantener vivo el baloncesto centralista cuando en el Cruce sólo había una cancha de mosaico fácilmente inundable y una palmera. Pensé en los dirigentes del hoy, como Francisco O'Shea y el Turco Suleiman, que vivieron y forjaron esta etapa dorada (3 títulos locales de 2005 a 2010, ascenso a la Liga B incluido), y tantos dt campeones como el Turco Grimaldi, Omar Arcari, Quique Lancelotti y tantos otros que debo cesar la ennumeración para no caer en la injusticia que a veces la memoria comete con el corazón y viceversa.
Eso es historia. En lo que respecta a este torneo, fue bastardeado por el particular hecho de que el torneo todos contra todos se dividió en dos partes, "Apertura" y "Clausura", donde los ganadores se enfrentarían en una final al mejor de tres partidos para determinar un ÚNICO campeón. O sea, nada de pintarse una estrella por la final y otra por el apertura. Una sola por el torneo. Claro que quienes minimizaron esto fueron, precisamente, los que no pudieron ni siquiera adjudicarse el rótulo de campeones morales. O quienes defienden los intereses de los que la ven con la ñata contra el vidrio. Allá ellos, quejándose del formato, de que hay que agradecerle a los que no están, de que hay que sacarles una foto y -encima- se quejan de que no les convidan champagne.
Central 2010 fue el primer campeón Canalla desde que existen los triples que tuvo mayoría de jugadores de inferiores en la final. Salvo Abaca y Lupo, NINGUNO de los 12 llegó después de juveniles (20 años) a Central. Más: Matías Stival fue el base TITULAR de la última parte del clausura y en la final, siendo una de las figuras. Tiene dieciséis años. En 4º de la Secundaria se dio el lujo de gritar CAMPEÓN, cosa que muchísimos no lo pudieron hacer en su vida ni de hinchas, ni de entrenadores, ni de periodistas. Mucho menos como jugadores.
Hugo "Coco" Juan tomó el puesto de Enrique Lancellotti con la tremenda presión de ganar una final con juveniles. GER quedó atontado por un canalla que salió a respetar su estirpe ganadora con pibes que quieren jugar Liga Nacional. En ningún momento pudieron hacer pesar la experiencia, jerarquía o nivel de juego que los llevó a esa final.
Párrafo aparte: ya no existen palabras para definir la voracidad goleadora de Abaca (goleador del torneo con 33 tantos), y a Juan Lupo, que es un prócer del básquet rosarino y alguien que en Central tiene SEIS (6) títulos.
Todo esto hasta puede hacer olvidar que Omar Cantón metió 62 puntos contra Sportsmen en la fecha 11, en lo que bien pudo haber sido un record de todos los tiempos. Además, anotó 45 contra el CAF y 33 contra Echesortu en el cuadrangular final. Él, Juan Manuel Gandoy, Rodrigo Sánchez y el ya mencionado Quique Lancellotti con su cuerpo técnico también son campeones.
Nadie puede quitarles a estos pibes el orgullo de decirle a sus nietos, cuando los vean con una pelota tirar a un canasto, que fueron CAMPEONES DE ROSARIO, JUGANDO
EN ROSARIO CENTRAL. Ni a nosotros, ni a los hinchas, ni a los que están en la tercer bandeja sonriendo por el deber cumplido.
En el básquet de Rosario, Central es el más grande. Rosario Central es el más grande, también en básquet.
Hablamos con el DT campeón:
Diego Abaca, 33 en la final, goleador del torneo y futuro papá de otrO canallita:
Juan Pablo Lupo, el más ganador de la historia Canalla:
Juan Ignacio Barturem, con minutos en todo el torneo:
Matías Stival, la esperanza del básquet santafesino:
Agustín Pujol, en su mejor momento como jugador, entrenador y asistente:
Francisco O'Shea, dirigente histórico:
¡FELICITACIONES CAMPEONES!
lunes, 13 de diciembre de 2010
Ni héroes ni villanos.
No voy ahora a hacer un balance definitivo de éste nefasto año centralista ni tampoco voy a entrar en demasiadas consideraciones del partido que ganó frente a Aldosivi. Noté el cliema cambiante en la ciudad canalla, dónde hace 10 días querían matar a todos y ahora después del mentiroso 0-5 todos están ilusionados nuevamente. La cuestión es que se genó a un horrible rival dónde el 2 de el tiburón da Pena, y el resto acompaña, pero no deberá cambiar a nadie el estado de ánimo y mucho menos el objetivo. Recordamos entonces que lo único que vale aquí es el ascenso, solamente el ascenso y como sea. Y central volvió a jugar a lo que salga, y en ésta oportunidad le salió bien, como frente a los jujeños le salió mal, juega a ver que sale. Intentó es cierto, jugar más por abajo y con pelota al pie, pero dejó la sensación de que casi no tiene jugadores para ejecutar esa parte de la partitura. Pero como les dije antes, sólo hay que ganar y se ganó, y eso en el ascenso es lo más importante. Tal vez la desafectación de algunos jugadores pudo haber calado hondo en el resto y éstos se esmeraron más por las dudas que sigan el mismo camino. Rivoira demostró con los cambios y las desafectaciones que no le va a temblar el pulso en cuanto a todo. Y esto es bueno. Ahora los jugadores saben que si no ponen, se van. Por lo tanto el mensaje es muy bueno y parece que se entendió. Dentro de algunos días voy a hacer como les dije antes, el balance del año y de la primera rueda del Nacional B. Mucho me gustaría que lean mis artículos anteriores para que puedan entender y tranquilizarse, que éste campeonato comienza en serio en la quinta fecha de la segunda rueda. En definitiva, se ganó y nada más. No noté grandes cambios, sí de actitud. Rivoira mostró mano dura, y en Central se necesitaba. Ni eran un desastre cuando perdieron ni son un gran equipo cuando se gana. Ni héroes ni villanos.
Fernando González
Periodista
lunes, 6 de diciembre de 2010
Lejos de ascender.
Me tomé veinticuatro horas más de las que siempre me tomo para reflexionar, analizar y proyectar el futuro intentando ver el presente con precisión. Además lo hice adrede en esta oportunidad esperando que todo se tranquilice y así poder entender con mayor perspectiva el momento auriazul. Pero sólo observé que todo se multiplicó y el nerviosismo es mayor al sábado por la noche, o se mantiene en la misma escala. Les dije en reiteradas ocasiones que es muy difícil hacer una editorial de Central, ya que hay tantas aristas, tantas cosas por analizar que se me hace casi imposible elegir una y meter bisturí a fondo, ya que quedarían sin ver muchas otras cosas que son parte de la realidad. Tampoco quiero caer en el analizar todo y mezclar todo, cosa que sería inentendible tanto para mí como para ustedes. Pero no es casualidad sino causalidad el momento que se vive en Rosario Central. Si ustedes leen o recuerdan mi notas editoriales anteriores, vengo previendo éste presente, con dirigentes que no demuestran capacidad, con un manager que junto a los directivos incorporaron muy mal y sólo amontonaron jugadores en Arroyo Seco, sin criterio y con una falta de jerarquía notable en casi todos ellos. Además el entrenador Rivoira entró en un terreno peligroso -cosa que advertí- al hacer tantos cambios por partidos -ahora hará tres obligados y vaya a saber cuántos más-, lo que generó un intransigencia muy grande dentro del plantel. También están los socios, lo hinchas, que de ellos poco se acuerdan o -peor aún- poco se preocupan, llenando el Gigante siempre, alentando hasta la muerte, sufriendo a cambio de nada, sólo del gran amor por los colores auriazules. Y siempre es bueno que se manifiesten, (eso se los pedí muchas veces), sin violencia, pero mostrando su bronca para que sepan que no harán lo que quieren sino lo que se debe. Y ni hablar de los jugadores.
Todos éstos párrafos que escribí están acompañados de mensajes, de frases que no están escritas pero mucho me gustaría que reflexionen en cada uno de ellos. Y que saquen sus conclusiones. Central juega cada partido peor, y quedar entre 13 y 16 puntos para la segunda vuelta, me parece a ésta altura un diferencia indescontable, muy lejana, fundamentalmente porque hay una montón de equipos arriba. Ya les dije que había que terminar lo más arriba posible y después en la segunda rueda ir por todo, pero jamás imaginé que terminaran tan lejos, tan abajo. Por lo que se ve, no habrá grandes cambios, sólo pondrá y sacará jugadores a más no poder, pero todos serán malos, y no jugarán a nada, como hasta ahora. Por ahora están muy lejos de ascender.
Fernando González
Periodista
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Desconcierto general.
Casi hasta el hartazgo propio y de ustedes intenté analizar el presente para poder ver el futuro con algo más de precisión.
Pero bucear en la realidad futbolística canalla es mucho más complicado de lo que parece. Ya también les dije que no es aconsejable hacer tantos cambios de un partido al otro, y peor aún si esa cantidad de variantes se proyectan con el correr del campeonato, ya que nadie tendrá seguridad y mucho menos conocimiento y amalgamiento de las distintas posiciones. Recordemos cuando Menotti hablaba de las pequeñas sociedades del equipo; aquí es imposible hacer sociedades pequeñas o conocerse de memoria como se dice por ahí. Hasta acá pareciera ser que Rivoira no tiene la menor idea de esto, pero todo lo contrario, la idea la tiene pero no tiene buenos jugadores. Por más que se insulte, la jerarquía no descenderá sobre los jugadores como un milagro cristiano, por lo tanto el entrenador hace cambios por doquier para ver si por ahí acierta un pleno y algo cambia. Y a éste punto quería llegar y detenerme en ésta ocasión. Ya basta con el tema de adaptación. Muchos, y jugadores y dirigentes fundamentalmente, creen que la categoría debe adaptarse a Central, Y YO LES DIGO QUE CENTRAL DEBE ADAPTARSE A LA CATEGORIA, porque ya les dije que esto es otra cosa; se puede pegar a mansalva y se podrán ver arbitrajes bochornosos, además del clima hostil en cada cancha. Ya van muchas fechas y todavía se habla de ello. Nadie puede incorporarse a un grupo de trabajo de 20 personas esperando que las 20 se adapten a él. Es ilógico. Fueron los dirigentes que pidieron que se los televise todos los partidos, porque no hay dinero, claro, y ahora dicen que si los televisan todos los partidos los graban y los rivales lo conocen a la perfección. YO LES DIGO A LOS DIRIGENTES QUE POR MAS QUE LO TELEVISEN SIEMPRE Y CADA PARTIDO LO REPITAN 20 VECES, LOS RIVALES NUNCA CONOCERAN A CENTRAL YA QUE SIEMPRE HACEN UN MONTON DE CAMBIOS Y TACTICAS. Otra estupidez entonces creer que no ganan por eso. Jamás se sabe que equipo jugará y de que manera. Para terminar, párrafo aparte para el Sr.Belloso. No sé porque está en el banco de suplentes, creo que pone a todos locos allí dentro y a los del campo también, y que intente traer jugadores de valía para la segunda vuelta, no como Guisazola, Rodríguez, Monsalvo, Velásquez y la lista sigue, porque sino el objetivo no será cumplido. El de ascender.
Fernando González
Periodista
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