Hace aproximadamente un año, asumía como presidente Horacio Usandizaga, ganando las elecciones con el 63 por cientos de los votos. En ese momento el club venía de estar intervenido, con una gran crisis institucional y deportiva. 365 días después se puede decir que Central cambió, puede ser que los problemas en el fútbol sigan exhibiéndose dentro del campo de juego, pero afuera la realidad es distinta.
En una entrevista pactada para recolectar información para realizar un trabajo de investigación sobre las divisiones inferiores, el asesor legal del club, e hijo del presidente Manuel Usandizaga, comentó sobre diversos temas como: los manejos en las divisiones inferiores, la barra brava, la deuda y otros temas que son de real importancia para el socio o hincha de Rosario Central.
“Principalmente lo que cambió, es que en la gestión anterior había una intromisión dentro de la divisiones inferiores, lo que lograba que una persona, Juan Carlos Silvetti, monopolizaba de alguna medida la representación de gran parte de los jugadores. A través, en algunos casos de una caución psicológica, usando la barra brava para amenazar a los padres y en otros lo convocaban a jugadores juveniles a concentrar con la primera, y lo atosigaban diciéndole que sino firmaban con Silvetti, no jugaban en primera”, aseguró al comienzo Manuel Usandizaga.
El joven dirigente explicó que la compra del Real Arroyo Seco, “sirve para descongestionar la activada de la ciudad deportiva”, y así puedan trabajar mejor las categorías de las divisiones inferiores. Además comentó que fueron muchos chicos aprobarse, cosa que “antes no pasaba por miedo a la mafia que había en el club”, es más hubo chicos que se fueron del club, sin el pase, “por amenazas recibidas”.
El asesor legal confesó que Aurelio José "Coco" Pascuttini es la alternativa para hacerse cargo de las divisiones inferiores, pero que todavía le da un poco de miedo volver, porque la barra es imposible eliminarla de la sociedad. Además afirmó que el “Coco” es el símbolo de la lucha en las inferiores contra la barra brava, él detectaba irregularidades y la denunciaba a Pablo Scarabino, pero no podía hacer nada, por la relación que tenía con Silvetti, al cual nombro agente oficial del club; de todas las transferencias recibía un porcentaje, de esta manera lavaban el dinero, porque después ese porcentaje era divido por los directivos.
El hijo del presidente, aseguró: “La barra siempre estuvo, vos si vas a robar la necesitas al lado tuyo, la necesitas de chivo expiatorio; Silvetti tenía una muy buena relación, porque parte de la asistencia financiera se la da él a la barra, es más todavía siguen recibiendo plata de Silvetti, pero en algún momento esto va acabar”. Sin embargo, Usandizaga afirmó que Silvetti no era el único involucrado, Hugo Castañera era socio de Silvetti, pero que Castañera tenía una logística de transferencia, era en verdad el que trabajaba en Central, consiguió las ventas de: Ferrari, Papa, Villagra, Ruben y Ojeda.
El dirigente canalla confesó: “Angel Di Maria en junio del 2007 hacía cuatro meses que no cobraba el sueldo, y según el convenio colectivo de trabajo argentino era jugador libre, y además en julio se le vencía el contrato, por eso el Benfica fue a hablar con Di Maria directamente y le ofreció un millón de euros por irse libre de Central, pero Ángel dijo que él era jugador del club y que debían arreglar con Central para poder comprarlo y le hizo ingresar al club cerca de 5 millones de euros limpios, eso hizo salvar a Central de la quiebra”. Además continuó: “A muchos le gusta que los ídolos se besen la camiseta o le hagan un gol a Newell´s, pero al jugador de fútbol lo que más le duele es sacrificar plata, y Di Maria hizo el sacrificio más grande por este club, que fue no ganar plata. A parte cuando estaban realizando la transferencia le pidió a Scarabino que esa plata no se la roben y le pague a sus compañeros que hace 6 meses que no cobraban”.
Usandizaga aseguró que Central tiene 700 mil pesos de déficit, porque el club esta embargado en 500 mil pesos por mes por lo derechos de televisión, eso viene de una deuda con Juan José Ubieta, que era el abogado del club en la época de Scarabino, y en alguna medida participó intelectualmente de varios acontecimientos que no fueron buenos para el club.
Finalizando la entrevista, Manuel explicó que las barras bravas tienen relación con los dirigentes de los distintos clubes, que “muchos arreglan porque son unos malandras”, pero hay otros que “son trabajadores que arreglan porque tienen miedo”, pero no sólo de su integridad física sino que tiene miedo que hagan incidentes dentro de la cancha y le quiten puntos, que le roben a la gente o rompan el propio club. Asimismo aseguró que “muchos directivos del club quieren arreglar con la barra para que vallan a la cancha, o para que viajen o para poner bandera y comprar fuegos artificiales”, pero todos comienzan así, una vez que le das, al otro día vienen y te piden más, en vez de 300 quieren 500 entradas y cada vez piden más y más. También afirmó “la barra esta financiada por enemigos del club”, a lo largo de este año son muchos lo contrarios que cultivaron porque tuvieron que destrabar en embargos, entonces “la barra es un enemigo y la alimentan, pero no la oposición”.
En una entrevista pactada para recolectar información para realizar un trabajo de investigación sobre las divisiones inferiores, el asesor legal del club, e hijo del presidente Manuel Usandizaga, comentó sobre diversos temas como: los manejos en las divisiones inferiores, la barra brava, la deuda y otros temas que son de real importancia para el socio o hincha de Rosario Central.
“Principalmente lo que cambió, es que en la gestión anterior había una intromisión dentro de la divisiones inferiores, lo que lograba que una persona, Juan Carlos Silvetti, monopolizaba de alguna medida la representación de gran parte de los jugadores. A través, en algunos casos de una caución psicológica, usando la barra brava para amenazar a los padres y en otros lo convocaban a jugadores juveniles a concentrar con la primera, y lo atosigaban diciéndole que sino firmaban con Silvetti, no jugaban en primera”, aseguró al comienzo Manuel Usandizaga.
El joven dirigente explicó que la compra del Real Arroyo Seco, “sirve para descongestionar la activada de la ciudad deportiva”, y así puedan trabajar mejor las categorías de las divisiones inferiores. Además comentó que fueron muchos chicos aprobarse, cosa que “antes no pasaba por miedo a la mafia que había en el club”, es más hubo chicos que se fueron del club, sin el pase, “por amenazas recibidas”.
El asesor legal confesó que Aurelio José "Coco" Pascuttini es la alternativa para hacerse cargo de las divisiones inferiores, pero que todavía le da un poco de miedo volver, porque la barra es imposible eliminarla de la sociedad. Además afirmó que el “Coco” es el símbolo de la lucha en las inferiores contra la barra brava, él detectaba irregularidades y la denunciaba a Pablo Scarabino, pero no podía hacer nada, por la relación que tenía con Silvetti, al cual nombro agente oficial del club; de todas las transferencias recibía un porcentaje, de esta manera lavaban el dinero, porque después ese porcentaje era divido por los directivos.
El hijo del presidente, aseguró: “La barra siempre estuvo, vos si vas a robar la necesitas al lado tuyo, la necesitas de chivo expiatorio; Silvetti tenía una muy buena relación, porque parte de la asistencia financiera se la da él a la barra, es más todavía siguen recibiendo plata de Silvetti, pero en algún momento esto va acabar”. Sin embargo, Usandizaga afirmó que Silvetti no era el único involucrado, Hugo Castañera era socio de Silvetti, pero que Castañera tenía una logística de transferencia, era en verdad el que trabajaba en Central, consiguió las ventas de: Ferrari, Papa, Villagra, Ruben y Ojeda.
El dirigente canalla confesó: “Angel Di Maria en junio del 2007 hacía cuatro meses que no cobraba el sueldo, y según el convenio colectivo de trabajo argentino era jugador libre, y además en julio se le vencía el contrato, por eso el Benfica fue a hablar con Di Maria directamente y le ofreció un millón de euros por irse libre de Central, pero Ángel dijo que él era jugador del club y que debían arreglar con Central para poder comprarlo y le hizo ingresar al club cerca de 5 millones de euros limpios, eso hizo salvar a Central de la quiebra”. Además continuó: “A muchos le gusta que los ídolos se besen la camiseta o le hagan un gol a Newell´s, pero al jugador de fútbol lo que más le duele es sacrificar plata, y Di Maria hizo el sacrificio más grande por este club, que fue no ganar plata. A parte cuando estaban realizando la transferencia le pidió a Scarabino que esa plata no se la roben y le pague a sus compañeros que hace 6 meses que no cobraban”.
Usandizaga aseguró que Central tiene 700 mil pesos de déficit, porque el club esta embargado en 500 mil pesos por mes por lo derechos de televisión, eso viene de una deuda con Juan José Ubieta, que era el abogado del club en la época de Scarabino, y en alguna medida participó intelectualmente de varios acontecimientos que no fueron buenos para el club.
Finalizando la entrevista, Manuel explicó que las barras bravas tienen relación con los dirigentes de los distintos clubes, que “muchos arreglan porque son unos malandras”, pero hay otros que “son trabajadores que arreglan porque tienen miedo”, pero no sólo de su integridad física sino que tiene miedo que hagan incidentes dentro de la cancha y le quiten puntos, que le roben a la gente o rompan el propio club. Asimismo aseguró que “muchos directivos del club quieren arreglar con la barra para que vallan a la cancha, o para que viajen o para poner bandera y comprar fuegos artificiales”, pero todos comienzan así, una vez que le das, al otro día vienen y te piden más, en vez de 300 quieren 500 entradas y cada vez piden más y más. También afirmó “la barra esta financiada por enemigos del club”, a lo largo de este año son muchos lo contrarios que cultivaron porque tuvieron que destrabar en embargos, entonces “la barra es un enemigo y la alimentan, pero no la oposición”.
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