domingo, 4 de enero de 2009

¿A quién le convienen los torneos cortos?



Como de acá hasta bien entrado febrero los cronistas deportivos que vivendesto no tienen nada nuevo para hablar - salvo la cantidad de conitos que esquivará cada jugador en enero, que serán pesados y rigurosos si se alcanzan los objetivos y no habrán servido para nada en caso contrario, pero siempre con el diario del lunes - ahora saltó a la consideración del gran público, una vez más dentro de estos 17 años largos, si los torneos deben durar 19 fechas o 38.
Y a Central, ¿qué?
Primero y principal, dejémoslo fuera a nuestro amigo Perogrullo de la charla.
Él lo único que va a decir es que nuestra última estrella local fue a 38 fechas, que se definió en la última jornada, que hubo tres equipos diferentes con chances de salir campeón faltando una fecha - nosotros, ellos e Independiente -, que faltando cinco había cinco cuadros peleando a dos puntos - súmesen a lo anterior Boca, que de ir casi último llegó a estar puntero, y a un punto en la fecha 37, y San Lorenzo, que finalmente sólo fue sexto - y con eso argumentará que los torneos largos los podemos ganar, y que pueden ser apasionantes, etc., etc., etc. En aquella época, sólo entraban DOS (2) equipos por país a la Libertadores; el campeón del año, y el ganador de la "liguilla", un minitorneo de ocho equipos, salvo en la 1989/90, que fueron 4. Distinto a ahora, ¿no?. ¿Cuántos entraron a la Libertadores? ¿cinco?. Ok. ¿Y a la Sudamericana? ¿7?
No nos desviemos de la charla. Nuestro objetivo no es ver qué pasaría si Sudamérica fuese como Europa, con dos copas conviviendo, con una más importante que otra, y donde a nadie se le caen los pelos si un año al Milan, al Aleti, al Bayern o al Liverpool les tocan jugar la UEFA en vez de la Champions.
Queremos saber, ¿qué nos conviene?.
Vayamos por partes. Mucho se dijo que este formato les conviene a los chicos (o sea, todo el que no es ni River ni Boca). Veamos:
Se jugaron 35 torneos. River ganó 12, Boca 8, Vélez 5, San Lorenzo 3, Nob e Independiente 2 y Racing, Lanús y Estudiantes 1. O sea, el 57% para Boca y River. Si lo ampliamos a los 5 "grandes" tradicionales, esto sube al 74%. Esto es: de cada 4 torneos, en Buenos Aires te dejan rapiñar uno, y gracias.
Lo grave es si hubieran sido torneos largos. Saquemos este apertura, porque está rengo para ser un torneo largo. Fueron 17 torneos. Salvo Vélez en la 95/96, San Lorenzo en la 2000/2001 (los 47 puntos de Pellegrini son demasiado para todo) y de nuevo Vélez, en la 04/05, siempre hubieran sido River y Boca. River hubiera sido campeón 8 veces, Boca 6, un 82% y todo dicho. 88% con el torneo del CASLA. Demasiado.
Cuando asumió el Vasco y cía., se decía que evaluaban que el clausura era más factible que el apertura. Habrá que preguntarles si es cierto que pensaban eso, porque salvo dos de Vélez y uno de nob (el primer clausura que daba un campeonato y no medio) el resto fue todo para los grandecitos. ¿creerán que merecemos entrar en ese selecto 18%?
Muchos factores hacen pensar que el clausura se presta al batacazo. Los que juegan copas, las eliminatorias, la mar en coche. La cuestión es que Racing, Estudiantes, Lanús, Gallego y demás impresentables gritaron en los aperturas, donde no se define el ingreso a ningún lugar ni el descenso a ninguna parte, y donde el mercado de invierno europeo permanece impenetrable hasta que florezcan las vides en la región del Chianti, en Logroño, o en Reims. O en Qatar. La cuestión es que se puede aflojar la cincha en algunos partidos del apertura, que para algo se inventó el clausura, joder. Pero el clausura, a dientes apretados, porque La Copa, porque la Sudamericana reemplaza a la Conmebol, pero es Copa, porque somo' de primera, porque ya es momento para dar el salto a algún grande o a Europa... todos se matan de febrero a junio.
No todo es tan blanco o negro. Desde el apertura 95 que ganó Vélez dan 3 puntos por partido ganado; si Central hubiese sumado los 43 puntos del apertura 99 en... bah. Abreviemos: hubiésemos tenido que pintar 12 ¡doce! estrellas. Y hubiésemos jugado una final como la del 2006, (o el triangular a dedo del 2008) cinco veces más. O sea, entre 12 y 17 títulos. 16 títulos locales... más que San Lorenzo, Independiente, Racing, y hasta te diría que lo hubiésemos alcanzado a Boca. Mala milk.
Y si hubiera sido largo, me juego la cabeza que mientras River recibía un gol de Palermo en muletas nosotros hubiésemos puesto la cabeza en el torneo local y no en lograr la hazaña de ganarle al Corinthians campeón del mundo. Y hubiésemos sumado algo más que los 18 puntos que le agregamos a uno de los tres mejores subcampeones de los cortos.
No hay una receta. Ni una fórmula mágica. Deportivamente, sería otra cosa si la Libertadores fuese de agosto a mayo y la Sudamericana también; si el que entra a una no entra a la otra, y si los formatos fuesen similares a los europeos en éstas. Implicaría que hasta el noveno puesto pelea por algo. Pero esto es así, hasta ahora. Entonces,
¿cómo hacer para ganar un torneo largo?
Repasemos: en 1985 se ascendió con diez fechas de anticipación, y una reestructuración nos dejó seis meses sin fútbol, prestando jugadores (Palma a Colón, Lanzidei a Los Andes, Balbis a Platense, etc.), con tiempo para reforzarse y para diagramar. Se sumó al mejor arquero del ascenso (Lanari), se bancó al novel Hernán Díaz por el retirado Ghielmetti, se cambiaron a Serrizuela, Wolheim y Chaparro por Gasparini y se trajo a Bauza, Escudero y Urruti. Palma se destapó con 20 goles (goleador del torneo, mejor jugador... de todo menos la selección), y a otra cosa mariposa. De los 38 partidos se perdieron sólo seis, y todo dicho.
¿cómo hacer para ganar un torneo corto?
El margen de error es mínimo. Yendo al clausura '99, un arbitraje como el de Angel Sánchez contra River hace la diferencia. O como contra nob. O que te saquen por 4 amarillas y rojas a la dupla de delanteros en la fecha 19, y chau final. O si necesitás que alguien pierda y en lugar de descontar 20 minutos descuentan tres. O si...
Bueh. En lo que a fútbol respecta, de un apertura a otro (dos torneos) se fueron Carracedo, Bustos Montoya, Flores Coronel (en diciembre), Scotto y el cuis Daniele (en junio). En la primera mitad del año hubo que foguear al X González e Iván Moreno, llegó Canals, y para mitad de año volvió Daniel Quinteros de Brown de Arrecifes. El dt pidió un delantero de área, y le trajeron a Juan Antonio Pizzi, de un mediocre 98/99 en River, pero... es Pizzi. Se sacaron 10 puntos en los primeros partidos, y nadie se volvió loco. Luego, se perdió sólo con Boca y se ganó el resto.
El know how está. Nadie reemplaza a un buen dt y a la jerarquía de los jugadores, ni nadie puede contrarrestar a, por ejemplo, un referee que no ve un codazo que amerita siete puntos de sutura. Y siempre es más fácil si se trae lo que el dt pide y si se mantiene lo que - a juicio del entrenador - es la base.
Así se pueden ganar los 17 torneos cortos con esos 43 puntos, o se pueden sacar 80 puntos en 38 partidos.
Los que tienen que lograrlo, los que tienen que conseguir los medios para los fines... ¿lo saben?

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