Hola, cómo les va... buen año para todos.
Cuando terminaba el 2011 parecía que ibamos a tener unas vacaciones tranquilas, sin sobresaltos, y nada indicaba algunas compliciones para enero. Pero no fue así, y aquella tan ansiada tranquilidad se vio puesta en peligro por situaciones que no son casuales sino causales.
Dijo un entrenador
"esto es Central" y yo le agrego que en el Mundo Central todo puede ocurrir.
Y ustedes se preguntarán: ¿por qué todo puede ocurrir?, y la respuesta es bastante fácil de responder... es muy grande Central y siempre pasa algo.
El 2012 comenzó entonces de una manera poco clara. Vamos por partes: Primero con la renovación del contrato de algunos jugadores; todo una novela. Valentini, que parece haber olvidado que es uno de los peores defensores que tuvo, tiene y tendrá Rosario Central en su historia, pidió cifras impagables, menos por su falta de jerarquía, victimizándose ante los periodistas culpando al presidente -dicho sea de paso, creo que es unos de los pocos aciertos que realizó con el tema de este defensor- de revelar el dinero solicitado. Quién lo asesoró, no sé, pero cuentan que pudieron haber diez-motivos que lo incentivaron para solicitar sueldos europeos.
Todo termino en escándalo y firmó después de idas y vueltas; recordemos que ni Barcelona ni el Madrid preguntaron precio por Valentini. Ahhh... él hizo descender a Central también.
Como si eso fuese poco, yo, que me había escondido debajo de un sillón de la presidencia, saludé a Speciale que me regaló una birome que decía: "con ésta no se firman estupideces". Me fui de la calle Mitre e ingresé en un bar de una galería cercana. Allí estaba Fatura Broun, hablando y explicando goles que nadie entieden por que se lo hicieron, y, disfrazado de mozo, escuche que el arquero decía
arreglamos por poquito dinero más y listo. Cuando escuché esa declaración, devolví el traje y me fui por calle Córdoba. Coreando el nombre de Lanaaaari..Lanaaari..
Y allí venía la tercera parte de esto. Rivero iba por la peatonal caminando e insultando, mientras los $50.000 de diferencia no le convenían. Escuché decir que lo habían colgado. Y bueno, es otro que seguramente jugará en Europa muy pronto.
Con éste panorama me fui en el avión privado de un ex-dirigente hacia Necochea, y allí mi sorpresa fue total. Todos los jugadores de canallas habían descendido del micro, cortaban la calle y cantaban y festejaban a más no poder. Entonces dije: ¿que parte me perdí?. Un señor que pasaba por allí, mi gran amigo "me saco fotos con los jugadores" me dijo,
no González, no festejan nada ¿o sí?... le pregunté
¿usted sabe algo? no me dijo, pero hay mucho dinero en juego. Me fui para el hotel, antes de que aquel buen hombre me regalase una foto que Valentini que decía "Yo soy un milagro". Cuando llegué me dizfracé de maleta y puede ingresar al hotel. Allí la algarabía era mayor aún; sacándome el disfraz de maleta, le pregunté a mi gran amigo "se caga en lo que dijo" qué pasaba, y me informo que Mendéz retornaría a Central. Quedé con la boca abierta media hora, y cuando pude reaccionar, le pregunté a los popes canallas si era verdad... me informaron que sí, yo me pellizqué porque creía que estaba soñando; al ver que todo era real, volví a preguntar... ¿pero éste señor no se fue porque quería jugar en un club grande y en primera?... pero todo todo se olvida. El mismo que colgó a Central y le importó el dinero solamente. Cuando entendí la realidad, le pregunté a uno de los vice si en el gigante construirían un velódromo... ¿para? me dijo...
para Méndez y su infaltable bicicleta, respondí. ¡¡¡Para qué!!! Me metieron en la maleta otra vez tipo chirolita, me pegaron una patada y fui a parar a la playa.
Un enero hasta ahora muy movido. Es tan grande central que todo puede pasar. Creo que sin Valentini y sin Méndez, se puede llegar al objetivo, pero todavía falta para el comienzo de la pre-temporada. Falta el Kily... y listo.
Fernando González
Periodista
